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Padres entrometidos encuentran a nuera en la nevera
La policía detuvo al esposo, Paul Dalton, de 34 años, en el aeropuerto de Heathrow, trece días después del hallazgo. Parece ser que Paul mató a su esposa en mayo y siguió haciendo una vida normal, hasta que sus padres fueron a visitarle el 8 de junio y, aunque comprobaron que Paul no estaba en casa en ese momento, decidieron entrar para tomar el té. Se desconoce cuánto tiempo pensaba guardar el cuerpo en la nevera, lo que queda claro es que si tienes unos padres entrometidos es mejor que no guardes ningún cadáver comprometedor en casa. Atracador pierde los papeles... en el lugar del atraco Juanma. Benjamin Poirier, de 23 años, atracó un banco en New Hampshire (EE.UU.) en mayo, pasándole una nota al empleado de la ventanilla, en la que decía que estaba armado y quería dinero. Después se marchó con el botín, dejando en el banco la nota... que estaba escrita al dorso de una notificación del juzgado que especificaba las condiciones de su libertad provisional, ya que había sido detenido en marzo por posesión de Marihuana. Aunque en la notificación no figuraba su nombre, la policía no tardó en identificarlo, ya que sí constaba la fecha y el juzgado sólo había emitido dos notificaciones aquel día. Para colmo, cuando la policía lo localizó, estaba alojado en casa de un amigo, y resulta que al amigo le encontraron un aparato de radar robado, por lo que también ha sido detenido. Por lo visto, estos ladrones son tan iletrados que en su casa no tienen ni papel, y tienen que escribir las notas de atraco en el único papel que poseen: sus documentos de libertad provisional, su carnet de conducir, etc. Benjamín ya tenía antecendentes de atracos chapuceros. Según la policía, en agosto atracó otro banco con el mismo procedimiento de la nota, pero la cajera ni se dio por aludida cuando la leyó. Benjamín tuvo que ir a otra ventanilla, donde ya le hicieron más caso. Por lo visto, en este atraco consumió el único papel en blanco que le quedaba. ¿Qué hierba fumas, Benjamin? Le fallaron las tripas
El intruso era Otha Smith, de 42 años, que había entrado a robar, pero había sido víctima de un repentino apretón, tal vez provocado por los nervios, que le obligó a interrumpir su tarea y buscar alivio en el cuarto de baño. Allí fue sorprendido, literalmente, con los pantalones bajados. El chico corrió a avisar a su familia y lograron reducir al caco antes de que huyera. Como ya tenía un par de condenas anteriores, la inoportuna descomposición le puede costar a Otha Smith 21 años. Si ya lo decía mi abuelo, "a estas cosas hay que ir ya cagado". Robar sin garantía Esther. Gavin Bolosan, un joven de 26 años, ha sido acusado de robo por empujar a una mujer de 80 años para quitarle el bolso en Honolulu. La mujer se rompió un dedo a causa de la caída y sufre heridas en las rodillas y los hombros. La policía identificó a Gavin porque se compró una cámara digital con la tarjeta de crédito de la anciana y rellenó los papeles de la garantía con su nombre y dirección reales (!). Si bien se ha avanzado mucho en el terreno de los derechos de los consumidores, hay que recordar que éstos no afectan a los ladrones. El juez le ha impuesto una fianza de 50.000 dólares USA en mayo. Atracador con rehenes se hace el remolón Juanma. Un extraño espíritu peliculero se apoderó de un atracador rumano de 19 años, que entró en mayo en un banco de Alcalá de Henares (Madrid) gritando "¿Dónde está el dinero?" Iba armado con una pistola y una metralleta, que después se supo que eran de imitación. Pero de momento, tomó veinte rehenes, entre clientes y empleados. Entró en el banco a la una menos veinte y le dieron 50.000 euros. Pero aquí comienza lo incomprensible. A la una y diez todavía estaba allí. A esa hora, una de las mujeres retenidas consiguió hablar por el móvil con su marido, que avisó a la policía. El banco fue rápidamente rodeado. Tras una larga negociación, en la que el atracador iba soltando rehenes a cambio de cosas como comida y un televisor, se le acabó el cuento y fue detenido. Durante la negociación, que duró unas siete horas, el atracador fue aumentando el nivel de sus peticiones, hasta llegar a solicitar un millón de euros y un helicóptero. Aseguró al negociador que quería traer a su novia de Rumania. Pero según algunos de los rehenes, parecía más interesado en salir en televisión. De hecho, habló por teléfono con varias emisoras de radio, asegurando que estaba dispuesto a llegar "hasta el final". Pero ¿a qué final te referías? ¿Por qué no te marchaste en cuanto pillaste el dinero? ¿Qué demonios pretendías hacer, exponiéndote a un tiroteo con armas simuladas? |
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