Falsos médicos abusan sexualmente de sus pacientes

Esther. No se sabe bien qué criterios siguen la moda en el mundo del hampa. Hay delitos que salen a la luz pública y se ponen de moda, tal vez, por la facilidad de ejecución o por los beneficios económicos que reportan. Pero hay otros delitos que se producen simultáneamente en diferentes países y en la misma época. Así, el año pasado se registraron un montón de casos de mujeres que mataron al marido estrujándole o cortándole el pene, y en julio y agosto de este año salieron a la luz unas cuantas falsas víctimas de delitos. En este número le ha tocado el turno a los agresores sexuales que se hacen pasar por médicos.
Se colgó un estetoscopio
La policía de Houston (EE UU) busca a un hombre que se hizo pasar por médico para abusar sexualmente de tres pacientes del hospital Metodista. En septiembre, el impostor entró en las habitaciones de las tres pacientes, de 18 a 30 años, ataviado con una bata blanca, mascarilla y estetoscopio. Tras mantener una breve conversación con las mujeres, les hizo un supuesto reconocimiento pélvico, que duró unos diez minutos.Después, se dieron cuenta de que no era médico.
Por otra parte, en Argentina, la policía federal de Moreno detuvo en septiembre a un hombre de 50 años por hacerse pasar por médico y contactar con mujeres en la puerta de un hospital, para violarlas en una cita posterior. El moderno Landrú se acercaba a solitarias maduras y les decía que pasaba consulta en un centro de estética. El detenido está acusado de privación ilegal de libertad y de dos delitos de violación. Una de las víctimas denunció que el hombre la había retenido durante dos días en su propia casa, que la violó en varias ocasiones y después se llevó todos los objetos de valor.
Por otro lado, en España también ha aparecido el falso médico de la temporada. En septiembre, le detuvieron en Lanzarote (Canarias) por abusar sexualmente de cinco mujeres, falsedad documental e intrusismo profesional. Se trataba de un británico que supuestamente se hacía pasar por médico naturista. Las mujeres le denunciaron por tocamientos genitales y por penetración sexual.





La policía desmantela una ONG delictiva en Madrid

Esther. La policía ha detenido en septiembre a tres guineanos y un ghanata acusados de delitos contra los ciudadanos extranjeros, falsificación de moneda y documentos, estafas, intrusismo y asociación ilícita. Los detenidos dirigían Ayuda Sanitaria, una ONG madrileña que cobraba subvenciones gubernamentales y que vendía permisos de residencia a inmigrantes, obtenidos con ofertas de empleo de empresas ficticias, según fuentes policiales. Además, se les acusa de regentar una clínica dental en la que trabajaban supuestos odontólogos sin titulación académica. Al parecer, los detenidos son muy polifacéticos y también se dedicaban a la estafa de la Carta de Nigeria (conocida internacionalmente como Fraude 419) y habían recibido dinero de víctimas de Estados Unidos, Malasia y Korea. Los agentes también dicen que encontraron 400 dólares USA falsos y una colección de pasaportes de diferentes países en poder de los acusados.
Además, la policía detuvo a dos colombianos, un ghanata y un nigeriano que trabajaban en la ONG, aunque carecían de permiso de trabajo.

Permisos de residencia
En los últimos años se han multiplicado los delitos relacionados con la obtención de permisos de residencia. En la mayoría de los casos, en torno a un abogado (o a alguien que se hace pasar por abogado) se crea una red de inmigrantes que se encargan de contactar con compatriotas que necesitan papeles.
En octubre, por ejemplo, la policía detuvo a quince personas acusadas de formar parte de una organización internacional que vendía contratos de trabajo fraudulentos a inmigrantes para la obtención de permisos de residencia. Los agentes sospechan que las cabecillas de la red eran la abogada María Luz G.P., una madrileña de 40 años, y Ana María U.A., una vallisoletana de 27. Las mujeres están acusadas de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, falsedad documental y estafa. Se cree que obtuvieron 140.000 euros por tramitar 200 ofertas de empleo, con contratos de trabajo falsificados a nombre de una empresa en la que Ana María trabajó hace años y con la cual ya no mantienen ninguna relación. Ana María ya había sido detenida por hechos similares en enero de 2003.
La policía también detuvo en octubre a J.M.M.T., un español que se hacía pasar por abogado, por estafar presuntamente un millón de euros a quinientos ecuatorianos con la promesa de conseguirles un permiso de trabajo. Se cree que el detenido contactaba con sus víctimas por medio de su esposa ecuatoriana y de otros compatriotas que cobraban comisiones por la captación. El español no hacía ningún tipo de tramitación, se limitaba a entregar resoluciones del ministerio de Trabajo falsificadas en las que se autorizaba a las víctimas a trabajar en España, según los agentes.




 


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