Nepal condena a cadena perpetua al Asesino del Bikini

Esther. Tras dos décadas de investigaciones por su implicación en veinte asesinatos, cae Charles Sobhraj, figura mítica del mundo del crimen. Estafador, ladrón de joyas, traficante de drogas y asesino, Charles tocaba casi todos los campos. Fue una pesadilla para la Interpol y para la Policía de los numerosos países de Europa y Asia en los que vivió. Cuando le pisaban los talones, se iba a otro país. Llegó a tener diez pasaportes falsos.
Sobhraj fue una pesadilla para la Interpol
Charles nació en Saigón en 1944, durante la ocupación. Tiene nacionalidad francesa. Su madre era una dependienta vietnamita y su padre un comerciante indio que nunca reconoció su paternidad. Durante su adolescencia vivió en Francia, con su madre y su nueva pareja. Allí le encerraron por un robo y tras cumplir la condena, se fue a vivir a Asia para seguir delinquiendo. Su especialidad era drogar a turistas occidentales y después robarles todo lo que tenían. (En aquella época algunos países asiáticos estaban llenos de hippies buscándose a sí mismos). Al parecer, Charles quería formar una Familia a lo Charles Manson y se dedicó a cargarse a los que se percataban de la codicia que ocultaba su fingida espiritualidad. Durante la década de los años 70 se convirtió en el principal sospechoso de veinte asesinatos de turistas occidentales cometidos en India, Irán, Tailandia, Nepal y Turquía. Su habilidad para eludir la justicia le valió el sobrenombre de "La Serpiente" y en Tailandia le rebautizaron como el "Asesino del Bikini" porque una de sus supuestas víctimas apareció muerta con esa prenda.
Le condenaron por robo en distintos países y se fugó en numerosas ocasiones. Generalmente, se hacía el enfermo para que lo llevaran al hospital, drogaba al guardián que lo custodiaba y se largaba. En una ocasión, celebró su cumpleaños en prisión e invitó a los carceleros a galletas con somníferos. Cuando se durmieron, se marchó con un par de amigos.


Prisión en India
En 1977 fue encarcelado en la India por drogar y robar a turistas (durmió a todo un grupo de viajeros que iban en autobús). Según parece, durante su estancia en prisión gozó de todo tipo de privilegios, sobornando a sus carceleros: televisor, teléfono, comida y bebida a la carta, nevera, visitas a cualquier hora... Charles había vendido los derechos editoriales y cinematográficos de su historia por 15 millones de dólares USA.
El preso se fugó de la cárcel poco antes de cumplir los diez años a los que le habían condenado por el incidente del autobús. Según parece, se fugó porque quería que le aumentaran la pena para evitar la extradición a Tailandia, donde previsiblemente le habrían condenado a pena de muerte. En 1997, tras su liberación, fue deportado a Francia, donde se dedicó a conceder múltiples entrevistas, previo pago. Finalmente, le detuvieron en septiembre de 2003, mientras apostaba en un casino de Katmandú.


Condena en Nepal
En agosto, Charles ha sido condenado a cadena perpetua en Nepal por el asesinato de la turista norteamericana Connie Jo Bronzich cometido en 1975. Lo acusaban de la muerte de Connie y de su novio canadiense, Laurent, pero sólo se le ha condenado por la muerte de la joven porque se perdieron los archivos relativos a su compañero.
Por su parte, el abogado de Charles ha mostrado su intención de apelar la sentencia, alegando que se ha condenado a su cliente sin pruebas ni testigos.
Aunque a Charles oficialmente sólo se le ha condenado por un asesinato, en todos los libros de criminales famosos suele aparecer como uno de los peores asesinos en serie de la historia. Tras entrevistarse con el Asesino del Bikini, el escritor australiano Richard Neville, publicó en 1979 su biografía: "La vida y los crímenes de Charles Sobhraj". En el libro, Charles se confesaba autor de los veinte crímenes, aunque tras su detención en el casino ha desmentido estas declaraciones.


 

 


 

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revista bimensual de crítica de crímenes
número 5-septiembre 2004

 

 

 
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