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Debe ser bastante común en Estados Unidos esto de los polis que ofrecen sus servicios como asesino a sueldo para pillar a la parte contratante porque la historia se repite mucho. En Fairfax (Virginia), por ejemplo, han detenido también en diciembre a dos chicas de 27 y 33 años por intentar contratar a un matón a sueldo para matar a sus novios. En ambos casos el asesino resultó ser un policía, las dos chicas se llaman April y los dos novios tienen 22 años, pero ya se ha comprobado que no son el mismo. La tele rusa, excelente para localizar fugitivos Juanma. Como lo oyen. Pero no se trata de que los localice un Lobatón ruso desde su programa. Los propios delincuentes buscados trabajan en la tele. Dos hombres en busca y captura han sido localizados en sendos programas de la televisión rusa. Uno de ellos estaba buscado por asesinato y se encargaba del vestuario de un programa. Al otro lo buscaban por estafa y participaba en una versión rusa de "La casa de tu vida". En 2002, unos sicarios pusieron una bomba en la casa de un general, jefe del servicio de guardacostas. La policía sospechó que se trataba de un crimen por encargo de la mafia de la pesca de la isla de Sajalín. Había detenido ya a dos sospechosos pero seguía buscando a un tercero. Creían que era Aleixei Britov, pero no lograban localizarlo. Y entonces, la mujer de uno de los policías encargados del caso se puso a ver en diciembre un programa de televisión. Debía de ser un programa muy bueno, porque la mujer se leyó los créditos de cabo a rabo. Y el nombre del encargado de vestuario le sonó conocido. "Cariño -le preguntó a su marido-. ¿No es ése el hombre que buscas?". Y, bingo, era él. El otro caso es aun mejor. La policía había dejado de buscar a un estafador porque había recibido información de que había salido del país. Pero una mujer a la que había estafado unos 2.000 euros en 2004 reconoció en noviembre a Aleixei Adeyev entre los concursantes de un programa titulado "Casa-2, Construye tu amor". Se trata de una versión subida de tono de "La casa de tu vida", en la que se anima a los concursantes a ligar entre ellos mientras construyen una casa. El público expulsa a uno cada semana, y su pareja tendrá que ligar con otro si quiere ganar, porque la casa terminada se la queda la pareja elegida por los espectadores al final del concurso. El programa ha sido muy criticado por el público bienpensante, que opina que hace mucho daño a la moral de la juventud rusa. Los concursantes mantienen relaciones sexuales a la vista del público y una de las participantes tenía cierta fama anterior como estrella porno. Ahora es posible que se reconozca que el programa tiene algunas ventajas. Se encierra desde dentro para fingir un secuestro Esther. La verdad es que esta simulación de secuestro no hay por donde cogerla y eso que el chico parece que habían estado preparando un plan. La madre llegó a casa en noviembre y se encontró con que la puerta estaba forzada y había una nota que le avisaba que habían secuestrado a su hijo Raúl. La policía de Gandía (Valencia, España) se enteró dos días después de que el chico de 18 años había dicho en la empresa en la que trabajaba que no iría en los próximos días porque su madre estaba enferma, mientras que a la progenitoria le comentó que tenía vacaciones. Finalmente, el chico contestó a una llamada que le hicieron al móvil y dijo que estaba secuestrado en una casa de campo en Grao. Y allí lo rescataron los agentes, estaba solo en una vivienda que había sido tapiada con maderas desde dentro. Al parecer, sólo quería llamar la atención de su madre. Roba un coche sin frenos en taller mecánico Esther. Robar un coche que está aparcado en un taller de reparaciones es lo que este moscovita de 24 años debe considerar un buen plan. Tenía que pagar una multa por el robo de otro vehículo y en noviembre se dio una vuelta por el taller en el que trabajaba su compañero de piso, de donde se llevó un Nissan que tenía las llaves puestas, según la policía. Pero el vehículo, como suele ser habitual, estaba en el taller porque tenía una avería. No tenía frenos y le detuvieron tras el accidente que tuvo cerca del taller, situado al sur de Moscú. Imitador de Elvis resuelve robo de recuerdos del Rey Juanma. "Elvis y mi difunta esposa planearon esto", ha declarado Duke Adams, de 62 años, veterano imitador de Elvis Presley, ya retirado, que ahora regenta una agencia de empleo.
Aunque ya no trabaja en los clubes, Duke mantiene la imagen. Tuvo que ser por eso por lo que le abordó un hombre cuando hacía cola en una farmacia en noviembre. El desconocido le ofreció venderle objetos que habían pertenecido a Elvis, entre ellos el revólver del Rey. Recordando el robo de 2004, Duke citó al hombre en su agencia para el día siguiente. Y avisó a la policía. Al día siguiente, puntual como un reloj, Eliab Aguilar se presentó en la agencia con el botín casi completo y lo puso sobre la mesa. La policía lo tuvo fácil. Entre los artículos recuperados hay un anillo de rubíes y diamantes valorado en 77.000 dólares, un medallón de oro y ónice negro con la palabra "Elvis" en diamantes (65.000 dólares) y un revólver Smith & Wesson especial del 38 chapado en oro. "Mira que entrarle a un imitador, y en Las Vegas -ha declarado el ex propietario del museo-. ¿Qué se creía? ¿Qué el tío se iba a poner todo eso para salir a escena y nadie se iba a dar cuenta?" Duke Adams tiene la respuesta: ha sido cosa de Elvis y su mujer. Camarero desbarata robo por ignorancia lingüística
Le pagan la pizza con su propia tarjeta robada Juanma. Esta noticia podía estar en la sección "chapuzas", pero en realidad es un golpe de suerte espectacular. A Vegard Sjaastad, de 24 años, encargado de un negocio de pizzas y películas a domicilio de Aalesund (Noruega), le desvalijaron el coche en diciembre, llevándose, entre otras cosas, su carnet de conducir y su tarjeta Visa. Vegard anuló la tarjeta y denunció el robo.
La sorpresa vino cuando el cliente pagó la entrega con la tarjeta que le habían robado a Vegard dos días antes. Las tarjetas Visa noruegas llevan la foto del titular en el dorso, y Vegard no daba crédito a sus ojos, al ver su cara en la tarjeta con la que pretendían pagarle. En cambio, el caco no se fijó en semejante minucia. Probablemente, ni le miró la cara al pizzero. Vegard, un chico tranquilo por naturaleza, disimuló. Hizo como que cobraba (recuerden que la tarjeta estaba invalidada) y se marchó diciendo "que les aproveche". A continuación, llamó a la policía para darles la dirección. Puede que el caco llegara a comer pizza, pero no le dio tiempo a ver la película. La policía llegó 30 minutos después, detuvo a tres personas y recuperó una cantidad de objetos supuestamente robados, entre ellos algunos que eran propiedad de Vegard. Pillados por la nieve y por un muro Esther. Si se hubieran parado un instante para mirar atrás, se habrían dado cuenta de que sus pisadas les delataban. Una nevada fue lo que perdió en diciembre a dos hombres de Hoentrop (Alemania) y a David Schild Jr de Landsdale (Philadelphia, EEUU). Al parecer, los alemanes robaron de noche en quince coches y dos jardines, pero dejaron huellas en la nieve que recorrían diez calles y acababan en la puerta de su apartamento. Otras huellas en la nieve condujeron a la policía de Landsdale desde una tienda de coches, en la que Schild robó supuestamente una cámara de fotos y dinero, hasta su casa. El que no debía haber mirado tanto atrás es Lee Orchard, de 27 años. En noviembre le dio supuestamente un tirón al bolso de una señora en una calle de Gloucester (Inglaterra) y salió corriendo. Corriendo, corriendo, sin apartar su mirada de la retaguardia, Orchard acabó empotrándose contra un muro. El golpe le dejó inconsciente y fue la policía quien le ayudó a recuperarse. No llames a la policía si tienes la casa llena de maría
En principio, si oyes voces fuera de tu casa y te das cuenta de que alguien intenta abrir las ventanas, parece lógico llamar a la policía. Pero no es tan lógico si tienes en el garaje una plantación de Marihuana, con plantas de casi tres metros, y las alcobas llenas de hierba cosechada, en grandes bolsas y bidones, por valor de más de 100.000 dólares. Pero a Ronald M. le entró el pánico y llamó a las autoridades. Cuando llegaron los agentes, no vieron ningún sospechoso, pero preguntaron si podían mirar dentro de la casa por si los ladrones habían entrado. Y Ronald los dejó entrar. ¿Qué iba a hacer? |
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