Envenena a su madre y lo cuenta en internet
Salvada del crematorio por las lágrimas
Se buscan cadáveres escondidos
Padres no hay mas que dos (menos mal)
Condenan a King por la muerte de Sonia Carabantes
Sexsomnio: lo último en excusas
Catorce años para violador de costumbres
Cortan carreteras para robar un banco de Castellón
Inocentes cobran por dejarse detener
El visionario del gas sarín enloquece en la cárcel


Envenena a su madre y lo cuenta en internet


Esther. Una japonesa de 16 años ha sido detenida en noviembre por envenenar poco a poco a su madre e ir contando detalladamente en internet los efectos del veneno sobre su cuerpo. Al parecer, la chica empezó probando la sustancia tóxica con los gatos de Shizuoka, una zona rural del centro de Japón. Después, le tocó el turno a su madre, a la que a mediados de agosto comenzó a suministrarle pequeñas dosis de talio con la comida.
Tras su detención, han clausurado el blog que mantenía en internet, que era una especie de diario sobre el envenenamiento. Allí describía pormenorizadamente el empeoramiento de su salud: tiene problemas respiratorios, hoy se ha quejado de que le duele cada vez más la pierna y ya no se levanta, ahora tiene alucinaciones... vaya porquería de póliza de seguros tiene contratada, eran algunos de sus comentarios, según los investigadores. La madre, de 47 años, empezó a encontrarse mal en agosto, su salud empeoraba cada vez más y a principios de octubre ingresó en el hospital donde poco después entró en coma. Su hijo avisó a la policía sobre las extrañas actividades de la joven a finales de octubre y la chica, según los investigadores, se tomó un poco de su propia medicina para evitar sospechas, por lo que también tuvo que pasar por el hospital. La joven ha reconocido que su madre padece envenenamiento por talio pero ha negado haberla envenenado.


Mi ídolo, Graham Young
Graham Young
Al parecer, la japonesa es una admiradora de Graham Young, el asesino en serie británico conocido como el "Envenenador de la Taza de Té". En su ciber diario dijo que se había inspirado en la película sobre la vida del asesino británico, "The Young Poisoner's Handbook", y en el colegio lo identificó como el personaje histórico al que más admiraba.
A su vez, los ídolos de Young eran Hitler y el doctor Palmer (otro asesino en serie británico que fue ejecutado en la horca en 1865, tras envenenar a una decena de personas con antimonio. Las víctimas le molestaban, les debía dinero o sus muertes le aportaban fondos para seguir apostando en las carreras de caballos).
Young empezó envenenado a su familia con antimonio en 1961, cuando tenía 14 años. Le fascinaba la química, sobre todo los explosivos y venenos. Su primera víctima fue su madrastra que murió en abril de 1962 (su madre había fallecido pocos meses después de su nacimiento). La salud de su padre y su hermana también iban empeorando e ingresaron en el hospital. Al progenitor le dignosticaron envenenamiento por arsénico y a la chica, por belladona. Young dijo que era ridículo que no supieran distinguir los efectos del antimonio de los del arsénico, y le detuvieron. Le condenaron a 15 años de cárcel por el crimen de la madrastra y por intentar lo mismo con su padre, su hermana y un amigo.
Ingresó en el hospital psiquiátrico penitenciario de Broadmoor, hogar de algunos de los más famosos criminales británicos.


Reinserción social
En 1971 le dejaron en libertad, un psiquiatra dijo que había experimentado "una recuperación total y absoluta" y que estaba "capacitado para incorporarse y pasar inadvertido en cualquier comunidad". Afortunadamente para él, Young no se fue a vivir a su comunidad.
Gracias a sus conocimientos de química, consiguió un trabajo en un laboratorio fotográfico, donde a los pocos meses empezó a envenenar a sus compañeros con talio disuelto en las tazas de té. Tenían diarrea, náuseas, fuertes dolores de espalda, las yemas de los dedos adormecidas, delirios, caída del cabello y pérdida de equilibrio. Cuatro cayeron gravemente enfermos y dos de ellos murieron. Para evitar el pánico que reinaba entre los empleados se inició una investigación sobre las condiciones sanitarias de la empresa. "¿Cree que los síntomas de la enfermedad misteriosa pueden ser similares a los del envenenamiento por talio?", le preguntó Young al médico encargado de la investigación. Descubrieron entonces, que el nuevo empleado acababa de salir del psiquiátrico penitenciario. Durante el juicio se leyeron extractos de su diario, una especie de estudio práctico sobre los efectos del veneno en seres humanos. Llevaba una dosis de talio cosida al forro de su chaqueta tal vez para suicidarse si lo declaraban culpable. En 1972 le condenaron a cadena perpetua por los dos crímenes. Murió de un ataque al corazón en su celda en 1990, a los 42 años.





Salvada del crematorio por las lágrimas

En la funeraria vieron que lloraba
Andrea. Una mujer china que sufrió una hemorragia cerebral en noviembre se ha salvado de la muerte por unas oportunas lágrimas. Su marido e hijas habían sacado a You Guoying, de 47 años, del hospital y la dejaron en una funeraria de Taizhou (China) para que la incineraran, porque no podían pagar las cuentas del hospital. Afortunadamente, uno de los encargados de la funeraria "Afortunadamente para usted" se percató de que el supuesto cadáver no era tal, debido a las lágrimas que salían de sus ojos. Quizás tan curioso nombre le trajo suerte, pues la familia ha recibido donativos para poder pagar la cuenta del hospital de la mujer.
Pero este caso no es el único que demuestra que la medicina china cuesta un ojo de la cara y más. Un hombre de 42 años a quien se le había diagnosticado cáncer de pulmón, pero no tenía dinero suficiente como para pagar el tratamiento, recurrió a una drástica forma de terminar su vida. Inspirado en los terroristas suicidas, y con una bomba casera pegada al cuerpo, se hizo explotar en un autobús. La onda expansiva causó la muerte de otro pasajero y heridas a otras 30 personas. Además, ese mismo mes un guardia de seguridad que había resultado herido persiguiendo a un ladrón, por lo que los medios de comunicación lo consideraron un héroe, se suicidó tirándose por la ventana de su habitación de hospital porque no podía pagar la cuenta.
Estos casos ilustran la triste estadística de que la mitad de los campesinos chinos no pueden pagar la atención médica pues es demasiado cara para sus modestos sueldos. Hasta finales de los años setenta, el 94 por ciento de los campesinos tenían un seguro médico por cooperativa, pero con la llegada de las reformas económicas ese seguro médico desapareció dejando a millones de personas sin atención de salud.





Se buscan cadáveres escondidos

Falconio y Lees, en Australia
Esther. Aunque no hay ni rastro del cuerpo de Peter Falconio, el australiano Bradley Murdoch ha sido condenado a 28 años de cárcel por el asesinato del turista británico. Murdoch, de 47 años, asaltó a Falconio, de 28, y a su novia, Joanne Lees, en un campo a las afueras de Alice Springs (Australia) en julio de 2001.
Murdoch se acercó a la furgoneta en la que estaba la pareja, Falconio salió a hablar con él y la chica oyó un disparo. Entonces, apareció el australiano que la maniató, pero poco después ella consiguió escapar. Permaneció cinco horas escondida entre unos arbustos, hasta que se acercó a una carretera donde la rescataron unos camioneros. La policía encontró un charco de sangre del británico y las ataduras de Lees tenían rastros del ADN de Murdoch.
El condenado reconoció que se dedicaba a transportar grandes cantidades de Marihuana por el centro de Australia y que iba armado, pero negó haber asesinado al británico.


Asesinato sin cadáver
Colvin Hinton
De vez cuando salen casos de estos de condenados por asesinato sin que haya aparecido el cadáver. En septiembre condenaron a cadena perpetua a Colvin Hinton, de 44 años, en Decatur (Georgia, EEUU), por el secuestro y asesinato de Shannon Melendi, una joven estudiante de derecho de 19, que desapareció en 1994. Las principales pruebas contra Hinton fueron que ya había sido condenado en dos ocasiones anteriores por agresiones sexuales, que era compañero de trabajo de la víctima, los testimonio de otros reos y que un anillo de la chica apareció envuelto en una bolsa de tela y sujeto con un precinto, similares a los utilizados en una empresa aeronautica en la que también trabajaba el condenado. Uno de los reclusos dijo, por ejemplo, que Hinton se había despertado de una pesadilla y que había dicho: "Yo no la maté, lo hicieron los demonios interiores". Aunque algunos de los reos que hablaron en su contra habían solicitado una reducción de condena por colaborar con la justicia testificando contra él, así que sus declaraciones tal vez no sean del todo fiables. El tribunal consideró que había quedado probada la muerte de la joven porque desapareció en una fecha concreta, no tenía aparentemente ningún motivo para hacerlo de forma voluntaria y nadie la volvió a ver ni se produjeron movimientos en sus cuentas bancarias. Así que puede ser que Hinton la haya matado, pero también puede ser que no.
En el caso del asesino de mochileros australiano parece más evidente la muerte del británico porque al menos hay un testigo que oyó un tiro y un charco de sangre de la víctima.
El problema de dar por muerto a un desaparecido es que a veces reaparece. En Suecia, por ejemplo, han encontrado en diciembre, en un control de tráfico, a Magnus Palm, un hombre de 27 años que fingió su muerte en 2003, porque "quería empezar una nueva vida", según él. Alquiló un barco de pesca en Noruega, desapareció y se vino al sur de Europa a vivir una temporada.


El Crimen de Cuenca
En España suelen ser mucho más reticentes a la hora de condenar a alguien por homicidio sin que haya aparecido el cadáver, tal vez por la repercusión que tuvo el Crimen de Cuenca, donde condenaron a dos inocentes por matar a un señor que se había ido a vivir al pueblo de al lado. Fue a principios del siglo XX y, como no podía ser de otra manera, a los acusados les torturaron para que confesaran el asesinato y así lo hicieron. En 1918 la Audiencia Provincial de Cuenca condenó a Gregorio Valero y a León Sanchez a 18 años de cárcel por el asesinato de José María Grimaldos, un compañero de trabajo que había desaparecido en 1910 en la localidad de Osa de la Vega. En 1925, siete años después, los reos salieron en libertad por un indulto. Habían pasado más de diez años en la cárcel desde su detención. Finalmente, en 1926 se descubrió que el muerto estaba vivo cuando a un sacerdote se le pidió la partida de bautismo de Grimaldos para celebrar un matrimonio. La historia fue un escándalo en la época y en 1979 la directora Pilar Miró se encargó de recordar el caso en una película.


La desaparición del químico de Algete
La policía y los familiares están convencidos de que a José Luis Zaragoza lo mataron y aunque, como en el caso de la norteamericana Shannon Melendi, nadie ha reconocido haberlo visto a partir del día de su desaparición, ni ha usado ninguna de sus tarjetas bancarias, ni tenía aparentemente ningún motivo para esfumarse, en España esto no es suficiente para demostrar el asesinato de una persona. Así que, al principal sospechoso sólo se le juzgó por detención ilegal, tenencia ilícita de armas y hurto. El 18 de febrero de 1998 la Audiencia Provincial de Madrid condenó a Francisco Javier Cervigón Ruckauer a doce años de cárcel por el delito de detención ilegal, dos años por tenencia ilícita de armas, seis fines de semana de arresto por la falta de hurto y a pagar a la esposa del desaparecido diez millones de pesetas en concepto de responsabilidad civil y cinco millones de pesetas a cada unos de los hijos.
El químico José Luis Zaragoza del Río desapareció el 6 de octubre de 1995. Salió de su vivienda de Algete (Madrid) sobre las diez y media horas de la mañana para ir primero al banco y posteriormente a Zaragoza, donde planeaba participar en una cacería, pero no fue a ninguno de los dos sitios. Diez días después, apareció su coche con las llaves puestas en las inmediaciones de Plaza Castilla (Madrid). Habían desaparecido las escopetas de caza, dos navajas y una gorra que el químico llevaba en el vehículo.
Tras meses de búsquedas infructuosas, en abril de 1996 entra en juego Francisco Javier Cervigón Ruckauer, un licenciado en Filología Hispánica que nació en A Coruña en 1959 y que durante siete años había sido novio de la hija mayor del desaparecido. Cervigón se presentó ante la familia aduciendo ser el único interlocutor válido nombrado por una banda mafiosa que quería 90 millones de pesetas de rescate. La familia designó entonces a José Aliste Martín como intermediario en las negociaciones y éste le pidió a Cervigón que demostrase que Zaragoza seguía con vida. El filólogo le entregó, entonces, una de las escopetas de caza, una foto en la que aparecía el químico con un periódico posterior al día de su desaparición y aportó datos que, en principio, no tenía por qué conocer, como que su carnet de conducir estaba caducado o que poseía una tarjeta de compra de determinado supermercado. La instantánea resultó ser un fotomontaje cutre y la policía empezó a sospechar que lo habían matado, ya que de estar vivo no tendrían que recurrir a un burdo truco.
Entonces, los agentes detuvieron a Cervigón acusado de la desaparición del químico. En el maletero de su coche encontraron dos de las escopetas de Zaragoza, una de ellas con los cañones recortados y ambas con la numeración limada. En su domicilio apareció el periódico utilizado en el fotomontaje, que si no recuerdo mal era algo sofisticado en plan The Wall Street Journal o The Economist. Y, además, la policía comprobó que el detenido había intentado convencer al camarero de un Colegio Mayor para que dijera que la mañana de la desaparición había estado en el bar.
En noviembre de 1997 Cervigón intentó fugarse de una cárcel picando la pared de su celda.
Durante la instrucción del caso, el acusado fue cambiando de versión. Primero acusó a su ex socio iraquí y después dijo que el fotomontaje se lo había dado su ex novia. Ya en el juicio, mantuvo las acusaciones hacia la hija mayor del desaparecido. Los investigadores describieron a Cervigón como "frío, calculador, violento y peligroso" y se mostraron convencidos de que el filólogo lo mató y escondió el cadáver para cobrar un rescate, según testificaron en el juicio. Uno de los agentes señaló, además, que el propio fallecimiento del padre de Cervigón había sido "sospechoso", ya que se había producido en "extrañas circunstancias".





 
Padres no hay mas que dos (menos mal)


Andrea.
Christian Caron ha sido condenado en noviembre a 18 años de cárcel por las torturas que infligió a sus tres esposas y ocho hijos durante 30 años en Chambery (Francia). El ex paracaidista de la infantería de marina francesa ejercía en casa el papel de general que, al parecer, sus superiores no le concedieron. Todo se descubrió en noviembre de 2003 cuando los médicos de urgencias atienden a Charles de 3 años por quemaduras de segundo grado en la cara y los muslos. Su hermano de 5 años confiesa ser el culpable de las quemaduras, y su padre lo regaña en público. Semanas después, el personal sanitario consigue que el niño reconozca que el culpable de las quemaduras es su padre.
La primera víctima de Caron fue Ángela, con la que se casa en 1976 tras quedar embarazada. Al mes comienza a pegarle y a dejarla encerrada todas las mañanas con una lista de tareas a cumplir durante el día. A Karine, su primera hija, acostumbraba a ponerla en un radiador caliente con los pies desnudos hasta que comenzaba a chillar con un trozo de queso Camembert (quizá el toque patriótico) en la lengua extendida. Una tía la encuentra atada a la cocina con el gas abierto. Su padre dice que se habrá enganchado. Unos días después, su hermana Audrey se ahoga "ella sola" con un cojín y queda hemipléjica. Al año, Franck, de un mes y medio, muere al devolver leche. En esa época, los hechos no despiertan sospechas, pero Carson no se librará de tener que responder por ellos ya que los posibles delitos no han prescrito.
La segunda afortunada en cruzarse con Caron es Murielle con la que tiene dos niñas, a las que llama Audrey y Katrine (igual que a sus dos primeras hijas), y un niño llamado Hervé, del que nunca está seguro de ser el padre. A ellos los obligaba a estar horas de pie con las manos sobre la cabeza, estilo prisionero, recibiendo puñetazos. Por suerte para ellos, Caron decide abandonarlos y les deja una foto de su nueva mujer, ya embarazada.
Su tercera mujer es Beatrice, quien sin embargo se siente atraída hacia el "carácter rígido" de su marido, con el que tiene dos hijos. Ella ha sido condenada a dos años por colaboración. Aunque también la tiene encerrada durante el día la acusa de acostarse con medio pueblo, por lo que tampoco está seguro de su paternidad. El hijo mayor es obligado a pasar horas de pie, mientras que al pequeño le da duchas de agua casi hirviendo. Pero no todo son malas noticias pues los psicólogos aseguran que Caron tiene una "muy buena autoestima".


Los torturadores de Hamburgo
Otro caso de tortura infantil, esta vez en Hamburgo (Alemania), ha llevado a los padres de una niña a ser condenados a cadena perpetua. Jessica de 7 años murió al atragantarse con un trozo de la poca comida que le daban sus padres. La niña, quien pesaba solo 10 kilos al morir, vivía encerrada en un ático oscuro, sin baño ni ventanas y con una puerta con corriente eléctrica para que no se le ocurriera salir. Aunque Jessica debería haber empezado el colegio, sus padres nunca la matricularon y las autoridades de servicios sociales se limitaron a enviar dos multas que sus tacaños progenitores no pagaron. Los médicos dicen que aunque se hubiera rescatado a Jessica en ese momento hubiera sufrido las consecuencias de la desnutrición y encierro durante el resto de su vida. Este caso ha causado una gran polémica en el país y ya se han presentado medidas para evitar que algo así vuelva a ocurrir. Con este tipo de padres ser huérfano parece una alternativa atractiva.



 




Condenan a King por la muerte de Sonia Carabantes

Esther.
Tony King ha sido condenado a 36 años de cárcel por el crimen de Sonia Carabantes y a pagar una indemnización de 300.000 euros a los padres de la víctima. La Audiencia Provincial de Málaga le ha condenado en noviembre a 23 años por un delito de asesinato, 8 por agresión sexual y 5 por detención ilegal. El tribunal le aplicó la agravante de alevosía y ensañamiento por haber cometido el crimen con "extraordinaria crueldad" y porque la joven no tuvo posibilidad de defensa.
La Audiencia consideró probado que la madrugada del 14 de agosto de 2003 el británico asaltó a Sonia en las inmediaciones de su domicilio de Coín, la golpeó hasta dejarla medio inconsciente y la encerró en el maletero de su coche. Después, condujo hasta un paraje solitario del municipio de Monda, donde la puso en el asiento trasero del vehículo para desnudarla y realizarle tocamientos sexuales. A continuación, utilizó la camiseta de la joven para estrangularla y abandonó el cadáver bajo unas rocas. Entonces, se fue a su domicilio de Alhaurín de la Torre, donde apareció a las ocho de la mañana con rasguños y heridas, que justificó ante su pareja explicando que había sufrido un accidente de tráfico.
Por su parte, la familia de la víctima ha anunciado que solicitará la responsabilidad civil del estado por no controlar al británico tras su llegada a España, a pesar de que contaba con antecedentes penales en el Reino Unido.
King también está acusado de la muerte de Rocío Wanninkhof y la policía británica sigue investigando su posible implicación en cuatro asesinatos y dos violaciones, en los que el criminal empleó un modus operandi similar al de King y que todavía no han sido resueltos. De momento, han descartado su participación en el asesinato de Milly Dowler, una niña de 13 años que desapareció en marzo de 2002 cuando volvía del colegio.
El presunto Asesino de la Costa declara su inocencia (Adegüello, noviembre 2005)
Tony King, el culebrón de la costa (Adegüello, enero 2004)




 
Sexsomnio: lo último en excusas

Juanma.
Las asociaciones de mujeres de Canadá están que arden, y no es para menos. Un tribunal de Scarborough ha absuelto en noviembre a un hombre acusado de agresión sexual, dando por bueno el argumento de que lo hizo dormido porque padece "sexsomnio".
¿Qué es el sexsomnio?, se preguntarán ustedes. Pues presten atención, porque la cosa tiene miga. Un experto en sueño testificó en el juicio que el acusado (demos su nombre: se llama Jan Luedecke y tiene 33 años) padece un trastorno que le provoca "un comportamiento sexual involuntario durante el sueño". Vamos, un sonámbulo follador. El tribunal aceptó este testimonio y absolvió a Luedecke. Pero a nosotros nos parece que la cosa no es tan simple.
Veamos los hechos: el sexsomne y su víctima, que no se conocían, coincidieron en una fiesta. Los dos bebieron abundantemente. La mujer buscó un sofá cómodo y se quedó dormida. Se despertó al notar una sensación inconfundible. Algún aprovechado se lo estaba haciendo con ella. Apartó al tipo de un empujón y llamó a la policía. Hasta aquí, todo parece muy claro.
Y ahora viene la declaración del acusado. Según él, se había quedado dormido en el mismo sofá y se despertó cuando alguien lo tiró al suelo. No empezó a sospechar que había mantenido una relación sexual hasta que fue al baño y descubrió que tenía un condón puesto.
Según el experto que declaró en el juicio, el sexsomnio tiene una base genética, pero lo provocan el alcohol y la falta de sueño. Vale, puede ser. Aceptemos que le pasa eso. Pero entre los síntomas del trastorno ¿se incluye también que la "pareja" debe estar igualmente dormida? Y la precaución de ponerse un preservativo, ¿no parece muy poco onírica? Mucho nos tememos que el tribunal se ha tragado una excusa que puede dar muy malas ideas a según qué gente.
Y no es el único caso de la temporada, en Gran Bretaña, James Bilton, un sonámbulo de 22 años, ha sido declarado inocente de violación en diciembre porque estaba dormido mientras mantuvo relaciones sexuales con una amiga de su misma edad. La chica dormía en la cama de Bilton, mientras éste lo hacía en el sofá. En mitad de la noche se despertó sin pantalones y con el amigo encima. Bilton es sonámbulo desde los 13 años. Según el doctor Ishaad Ebrahim entre un 1 y un 2,5 por ciento de los adultos son sonámbulos y un 4 por ciento de estos tienen actividad sexual mientras están dormidos.
El parricida sonámbulo y los sonámbulos y el crimen (Adegüello, mayo 2005)
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Catorce años para violador de costumbres

Andrea.
Un juzgado de Gironde (Francia) ha condenado en diciembre a Roland Cazaux a 14 años de cárcel por 36 violaciones e intentos cometidos entre 1985 y 2002. El hombre, al que la policía apodaba "el gato" por lo escurridizo que era, fue capturado en 2002 después de varios años de carrera en los delitos sexuales.
A los cinco años a Cazaux ya le gustaba espiar a su madre y hermana cuando estaban desnudas. De eso, pasó a masturbarse frente a las ventanas de la casa para escándalo de sus vecinos. En 1983 es condenado a tres meses por exhibirse frente a tres mujeres. La policía cree que esa experiencia le hizo ser más precavido en los siguientes once años hasta su captura.
Cazaux, de 47 años, quien no tenía preferencias especiales pues la edad de sus víctimas fluctúa de los 17 a los 70 años, era muy constante en su método. Primero escogía a alguna mujer entre los pasillos de un supermercado y la seguía a su casa; tras asegurarse de que viviera sola, se introducía en la vivienda cuando estaba vacía y preparaba el escenario. Después, generalmente de 2 a 4 horas de la mañana entraba por la ventana o jardín y cortaba la luz. No usaba máscara porque sabía que su víctima no podía verle la cara y les hacía creer, al principio, que estaba acompañado; después de atarlas con nudos aprendidos en un club de vela, las violaba. Nada lo detenía, ni que hubiera niños en casa o que la mujer dijera tener Sida, para esto último iba preparado y se colocaba un preservativo. Sólo los gritos le hacían adelantar su huida. Su trabajo de contramaestre de puerto le permitía viajar sin despertar sospechas.
La policía consiguió capturarlo porque un día aparcó su coche demasiado cerca de la casa de su víctima y un vecino apuntó la matrícula. Al ser capturado, reconoció inmediatamente los hechos e incluso informó a la policía de otros delitos por los que no estaba acusado. Según decía no seguía sus crímenes en los periódicos, ni guardaba souvenirs ni nada, lo hacía todo "para sí mismo" Esta parte de su vida sorprendió a su familia, Cazeaux está casado y tiene dos hijos, así como a conocidos y colegas de trabajo, quienes lo consideraban un hombre amable y atento con todos. Aficionado al rugby, le gustaba trabajar en el campo e incluso ayudaba en campeonatos deportivos para minusválidos.





Cortan carreteras para robar un banco de Castellón

Cortaron las carreteras de acceso al pueblo
Esther. El plan empezaba con el robo de un coche una madrugada de diciembre en Castillo de Villamalefa (Castellón, España). Se llevaron un Volkswagen de la plaza del pueblo con el que se desplazaron al municipio vecino de Villahermosa del Río, de menos de 500 habitantes. A medio kilómetro de la entrada del pueblo forzaron la puerta de una empresa de construcción, de la que se llevaron un camión de 18 toneladas, dos excavadoras y herramientas. El camión, sin matrículas ni carteles identificativos de la empresa a la que pertenecía y con dos ruedas pinchadas, lo dejaron en mitad de una de las carreteras de acceso a Villahermosa del Río, la CV175. En otra de las vías de acceso, la CV196, colocaron tres pinos en mitad de la calzada, que también impedían la circulación de vehículos. Sólo dejaron libre uno de los accesos al pueblo, la carretera a Puertomingalvo (Teruel). Después abandonaron una excavadora por el camino y con la otra se dirigieron a una sucursal bancaria. Allí, cuatro encapuchados quemaron la alarma del banco con un soplete, demolieron una pared con la excavadora y arrancaron la caja fuerte, pero eran cerca de las 4 horas de la madrugada y el ruido despertó a los vecinos. Una patrulla popular, capitaneada por el alcalde, empezó a perseguir a los ladrones antes de que llegara la Guardia Civil. Finalmente, los perseguidores localizaron el coche robado y la caja fuerte sin abrir, pero con signos de haber sido forzada, a pocos kilómetros del pueblo.
El plan era espectacular, pero parece que se les escapó un pequeño detalle: cómo sacar el dinero de la caja. Del pueblo se la llevaron en la pala de la excavadora. Así que, o les faltaba un coche rápido en el que llevarla o un experto en la apertura de cajas fuertes.
Aunque parezca difícil de creer, probablemente en la capital de España a las 6 horas de la madrugada habría sido más fácil el robo. Hay obras por todos lados y a los madrileños no les iba a sorprender mucho el ruido de una excavadora más. Además, el propio gobierno municipal ya se encarga de cortar casi todas las vías de acceso a un punto. Lo único es que habría que revisar horas antes del robo la ruta de escape porque los cortes municipales suelen ser sorpresivos.





Inocentes cobran por dejarse detener

Esther.
Nueve policías de La Matanza (Buenos Aires, Argentina) han sido acusados en noviembre de mandar a inocentes a la cárcel para simular operaciones de lucha contra el juego ilegal. Los inocentes no lo eran tanto porque cobraban unos 27 euros por dejarse encerrar unos días. Al parecer, los empresarios del juego clandestino son los que ponen el dinero para los falsos corredores de apuestas que a veces reciben el pago en la propia comisaría. A un juez le sorprendió encontrarse siempre con un mismo detenido y uno de los implicados acabó confesando. Uno de los falsos corredores llegó a falsificar su DNI para fingir que tenía más de 60 años y conseguir que sus cortas estancias carcelarias se convirtieran en arrestos domiciliarios.
Se cree que en Argentina más de tres millones de personas juegan a la quiniela clandestina, cuyas apuestas son gestionadas en la calle o el domicilio del jugador por más de 120.000 corredores ilegales, mientras que el dinero de los premios corre a cargo de más de 1000 personas, a los que llaman capitalistas del juego, que no pagan impuestos por su actividad y se cree captan más de 400.000 euros al día. Contratan a los falsos corredores de apuestas para el presidio porque así los verdaderos no pierden el tiempo y la policía mantiene una buena estadística en su lucha contra el juego ilegal. En Buenos Aires han empezado a reciclar a los clandestinos contratándolos como quinieleros oficiales. Estos se presentaran en la puerta de los vecinos con un aparato que envía la jugada a la agencia oficial de apuestas, porque creen que el éxito de los clandestinos radica, en parte, en la comodidad de la apuesta ya que se desplazan a casa de los jugadores.





El visionario del gas sarín enloquece en la cárcel

Esther.
Los abogados de Shoko Asahara, fundador de la secta japonesa La Verdad Suprema, han dicho en noviembre que su cliente está mal de la cabeza y que padece trastornos mentales a causa del encierro. El plazo de presentación de su recurso de apelación contra la sentencia de febrero por la que le condenaron a muerte se ha paralizado porque los letrados alegan que son incapaces de comunicarse con su cliente. Así que el tribunal les ha dado permiso para que se le realice una nueva evaluación psiquiátrica.
Asahara tiene incontinencia y no habla
Lo de la locura no es algo nuevo porque ya durante el juicio el visionario del gas sarín se dedicaba a hacer gestos extraños en la sala y a hablar entre dientes frases incoherentes, pero ahora, además, está en una silla de ruedas y con incontinencia real o fingida. Aunque hace poco fue considerado mentalmente competente por un forense judicial.
Por otro lado, los servicios de inteligencia japoneses han pedido en noviembre que se sigan investigando las actividades de la secta durante otros tres años porque dicen que los miembros del culto han vuelto a la corriente de la justificación de los asesinatos en masa y otros ataques variados contra la sociedad. En principio el grupo se cambió el nombre por "Aleph" e intentaron desvincularse del fundador. Pero, últimamente, según los servicios de inteligencia, los adeptos han vuelto a considerar a Asahara como el espíritu absoluto y ponen grabaciones de sus cantos y charlas en las reuniones.
El grupo está bajo vigilancia desde 2000, a raíz de una ley hecha a su medida que permite investigar todos los movimientos y actividades de cualquier organización que comete asesinatos de masas. Por ello, deben facilitar los nombres y domicilios de los feligreses e informar sobre todos los ingresos, gastos y actividades. Actualmente la secta tiene un millar de adeptos entre Japón y Rusia.

Pena de muerte inapelable para la Verdad Suprema (Adegüello, mayo 2005).


 

 


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