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Días después, cuando Juan Luis salió en libertad provisional, decidió recuperar su coche. Pero no iba a acudir a la comisaría como un vulgar peatón, no. Eso no sería digno de un profesional. De modo que se presentó a bordo de un vehículo, como un señor. A los agentes les extrañó tal abundancia de coches, hicieron una comprobación y descubrieron que el coche era robado. No se puede decir que la carrera criminal de Juan Luis sea brillante, pero experiencia y aplomo no le faltan. Detenidas por pedir perdón Esther. Le robaron las joyas a una mujer sin que se diera cuenta en un centro comercial de Penang (Malasia) en mayo. Ya en la puerta del comercio, estas dos mujeres de 20 y 23 años, le taparon la boca a su víctima y le pidieron perdón por el robo, aduciendo que necesitaban el dinero para dar de comer a sus hijos. En cuanto tuvo la boca en condiciones la mujer empezó a gritar y los guardas de seguridad del centro detuvieron a las presuntas ladronas. |
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revista
bimensual de crítica de crímenes
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número 16- julio 2006
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próximo número octubre 2006
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E.Cordeiro. 2003
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