Pregunta a dos policías si su crack es bueno
Publican esquela para no ir a trabajar
Le falla el camuflaje invisible
Sofisticados huyen en Limusina
Encierran a atracador en el banco




Pregunta a dos policías si su crack es bueno

Juanma. Phillip Williams ya tiene 47 años y se diría que es mayorcito para cometer según qué tonterías. Pero el caso es que en marzo abordó a dos policías de uniforme para pedirles que comprobaran si le estaban vendiendo crack del bueno o le estaban timando. Llevaba su pipa de crack para que analizaran los residuos.
Resultó que la droga era buena. Tras ulteriores comprobaciones en casa de Williams, la policía de Tampa (Florida, EE.UU.) le detuvo por posesión de estupefacientes.





Publican esquela para no ir a trabajar

Esther.
Era sólo una excusa sombría para no ir a trabajar y, finalmente, acabaron detenidos. La policía de Iowa (EE.UU.) detuvo en abril a una pareja por publicar una esquela falsa sobre la muerte del hijo de la mujer. James Ralph Snyder y Mary Jo Elizabeth Jensen empezaron a faltar al trabajo en diciembre de 2005 con la excusa de que el hijo de Jensen estaba enfermo, según su confesión. Era tan divertido no ir a trabajar, que sin darse cuenta una cosa les llevó a otra y de la enfermedad, pasaron a la hospitalización y de ahí, a la muerte, que suponía varios días libres seguidos. El problema fue que al volver al trabajo el jefe les pidió un justificante y se les ocurrió lo de la esquela. Unos familiares vieron al chaval de 17 años andando por la calle con síntomas de estar vivo y avisaron a la policía.
Un desastre fruto de la improvisación, si se hubieran inventado un embarazo complicado seguramente habrían conseguido más días libres.
Al novio lo acusan de manipulación de documentos y a la madre, de ser su cómplice.




Le falla el camuflaje invisible

Andrea.
En marzo, un ladrón cubierto con hojas del árbol "umuthi", para hacerse invisible a la policía, fue asesinado en Sudáfrica, al intentar escapar. El hombre, que intentaba robar una motocicleta, fue perseguido por la policía gracias a un sistema de rastreo.
El "umuthi" es un árbol que se suele utilizar en medicina tradicional y brujería zulú. Al parecer, muchos ladrones y secuestradores lo emplean porque creen que les hace invisibles ante la policía. Sin embargo, no queda claro si además de sus poderes mágicos las ramas del árbol sirven de camuflaje para los usuarios.





Sofisticados huyen en Limusina

Pillaron a los atracadores en la Limusina
Esther. A unos atracadores sofisticados les perdió precisamente su sofisticación. Tal vez pensaron que a los coches caros los para menos la policía, pero se pasaron de caros y llamativos. En abril una patrulla de San Francisco (EE.UU.) recibió el aviso de que se había producido un atraco en un banco cercano y que los delincuentes habían huido en una Limusina. Tras un par de vueltas por la zona, los agentes detuvieron a Roy Westry y Cynthia Johnson, una pareja de delincuentes cuarentones que estaban en libertad condicional. ¿Será que alquilaron el coche y cuando vieron que no podían pagarlo, decidieron dar el atraco?




Encierran a atracador en el banco

Esther.
Le puso ganas a la cosa, pero, definitivamente, no estaba muy enterado del tema de los atracos bancarios. Se acercó en abril a una empleada antes de que abriera una sucursal bancaria de San Gabriel Valley (California) y la obligó a dejarle entrar a punta de pistola. La chica le dijo, entonces, que tenía que desactivar la alarma porque sino llegaría la policía, y él le creyó. Tras activar la alarma, la mujer le contó que no podía abrir la caja fuerte sin la ayuda de un compañero, que estaba a punto de llegar, y él le creyó. Para evitar que entrara público molesto ordenó a la empleada que saliera a la puerta de la sucursal y que actuara con normalidad, y ella salió y le encerró. Al rato llegó la policía.



 

 


medios consultados
colaboraciones
publicidad
quiénes somos
adeguello@adeguello.net

 

www.adeguello.net
revista bimensual de crítica de crímenes
número 15- mayo 2006

 



 

 
próximo número julio 2006
 
 
© E.Cordeiro. 2003