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Esther. Dos madrileños de 70 y 50 años tuvieron la genial idea de convocar un 'casting' para Operación Triunfo en diversos medios de comunicación e Internet. Operación Triunfo es un concurso de televisión para aspirantes a cantante, con el que estos individuos no tenían nada que ver. Lo que sí era de su propiedad es el número 906 (de tarificación extra cara) al que había que llamar para poder participar en el falso casting. La policía calcula que debe haber decenas de miles de aspirantes a estrella de la canción estafados, porque mantuvieron la convocatoria desde la primavera de 2002 hasta junio de 2003. Además, los telefonistas intentaban alargar al máximo la llamada, utilizando las habituales artimañas de las empresas que operan a través de un 906: largas esperas con música de fondo, derivación de la conversación de un operador a otro, preguntas interminables para rellenar un cuestionario y, además, obligaban a los interlocutores a cantar sus canciones favoritas. Entonces, los teleoperadores solían elogiar el talento musical del aspirante, pero le decían que debía prepararse otro tema más apropiado para su voz y llamar de nuevo en un par de días. Todo esto a 60 céntimos de euro el minuto, en horario normal, y 45, en horario reducido. La policía cree que podrían haber obtenido cientos de miles de euros con este procedimiento. El estrujamiento genital se pone de moda Esther. Los ataques al aparato genital masculino se ponen de moda, sobre todo entre las camboyanas. Las esposas, tradicionalmente envenenadoras, se pasan al apretón, mordisco o amputación del aparato reproductor de sus maridos. Esta nueva práctica tiene la ventaja de que puede pasar fácilmente por un accidente. Kelli Pratt, de 45 años, es la protagonista de uno de los casos de la temporada. Estaba enfadada con su marido porque se había negado a mantener relaciones sexuales con ella y le mordió el escroto en Modesto (California). El casto esposo falleció seis días después debido a la infección causada por los mordiscos. Ya en Camboya, Saut Chin, una mujer de 46 años que estaba harta de que su marido le pegara, le apretó los testículos en septiembre hasta que se desmayó. Temerosa de que el hombre despertara y le volviera a pegar, lo ató por el cuello a la cama con un pañuelo. Cuando Saut Chin se dio cuenta de que su esposo estaba muerto, se entregó a la policía. Dijo que "sólo quería darle una lección". Por otro lado, una joven etíope estaba cansada de que su marido se gastara todo el dinero en bebida. Así que, una noche de octubre, decidió no hacerle la cena y dormir sola. El marido le intentó pegar, y entonces ella le apretó los testículos. Al hombre le dio vergüenza ir al médico y se murió unos días después a causa del apretón. Y en noviembre, de nuevo en Camboya, una mujer intentó cortar el pene de su marido, mientras dormía, con una navaja de afeitar. El tío es un famoso cantante de karaoke que tuvo que ser hospitalizado. La mujer estaba celosa porque es "un hombre atractivo que sale todas las noches", según el jefe de policía de Phnom Penh. Cómo fastidiar a las conocidas que caen mal Juanma. La policía detuvo en abril a varias personas que insertaban anuncios en un canal de televisión ofreciendo contactos sexuales gratuitos con mujeres de su entorno. Las víctimas, ajenas a estos mensajes, recibían numerosas llamadas a su teléfono solicitando mantener relaciones sexuales. Los autores insertaban mensajes en un programa erótico nocturno de la televisión murciana, ofreciendo contactos sexuales con mujeres que ellos conocían, pero sin el conocimiento de éstas. Los mensajes eran cortos y "de mal gusto", ofreciendo todo tipo de prácticas "aberrantes" de manera gratuita, según la policía. Todos ellos fueron introducidos por hombres y mujeres del entorno de las víctimas por motivos personales, sentimentales o de venganza. En el mensaje emitido se incluía el "teléfono móvil" con el que debían contactar. Numerosos individuos se pusieron en contacto con los teléfonos móviles que aparecían en pantalla, repetidamente y a altas horas de la madrugada, interesándose en términos groseros por los servicios que se ofrecían. Las víctimas, "angustiadas y deprimidas", denunciaron los hechos a la policía de Murcia. Un detenido, de 27 años, es compañero de trabajo de una de las víctimas, con la que tuvo enfrentamientos laborales. Otro, de 22, había mantenido una relación sentimental con otra de las perjudicadas. Un tercero, de 35, dio el teléfono de la amiga de su novia, con la que se llevaba mal. Y una mujer de 36 años lo hizo para vengarse de la amante de su marido. A todos se les acusa de injurias con publicidad. También en Internet Por otra parte, en Cataluña, la policía ha detenido a una mujer de 22 años acusada de insertar en diferentes páginas electrónicas de contactos sexuales los datos de una mujer que tuvo relaciones con su novio, por celos y para vengarse. R.G.T., de 22 años, colgó varios anuncios o mensajes en los que facilitaba el nombre, los apellidos, el domicilio y el teléfono de contacto de la perjudicada y solicitaba contactos sexuales con cualquier persona que estuviera interesada. A consecuencia de este hecho, la perjudicada recibió numerosas llamadas a su domicilio, solicitándole los favores sexuales ofrecidos y algún interesado llegó incluso a llamar al teléfono de sus familiares. Más fácil no puede ser. Lo malo es que te pillan. El ladrón de orina Esther. Kenneth Patrick Porche Jr. ha inaugurado una extraña modalidad criminal: El robo de pis. ¿Para qué lo quiere? Es un misterio. A Kenneth, de 22 años, le detuvieron en unos grandes almacenes de Houma (California), cuando estaba escondido en un armario de los servicios de señoras. El personal de limpieza oyó ruidos extraños y llamó a la policía. Le registraron por si había robado algo y se encontraron con que, en vez de los típicos CD's, lo que Kenneth escondía eran cuatro bolsas llenas de pis con etiquetas descriptivas del tipo: "mujer mayor". El sistema que utilizaba consistía en estropear la cisterna y recubrir el interior del water con plástico transparente. Después se escondía en el armario y esperaba a que alguna mujer orinara. Le han acusado de daño criminal y actos rituales. Kenneth no ha querido decir que pensaba hacer con el pis. Si a alguien se le ocurre algo, se admiten sugerencias. |
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1-enero 2004
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E.Cordeiro. 2003
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