www.adeguello.net
/ revista
bimensual de crítica de crímenes / número 4- julio
2004
Estafas,
timos y falsificaciones
El
blanqueo de capitales y la compra del castillo
Esther.
Nene
S., un croata de 24 años, y Marko J., un italiano de 27, tenían
un montón de maletines con francos suizos falsos y dos planes para
estafar. El plan A consistía en comprar un castillo o cualquier otro
tipo de inmueble de gran valor. Quedaban con el propietario o con el intermediario
de la compra en un hotel de lujo y le entregaban uno de sus maletines. Iban
a pagar por el castillo un precio muy elevado y a cambio pedían una
cierta cantidad de euros, para evitar el cambio de divisas. El plan B consistía
en quedar con un joyero en un hotel de lujo para comprarle joyas o piedras
preciosas con otro de sus maletines. En ambos casos, contaban a los primos
que necesitaban blanquear dinero y por eso querían joyas y no podían
ir a cambiar divisas a un banco. Si las víctimas se daban cuenta
de que el dinero era falso, se llevaban las joyas o los euros a la fuerza.
La policía española les ha detenido en mayo en Barcelona y
están acusados de dos delitos de estafa (por un intento de compra
de castillo catalán y otro de compra de joyas) y uno de robo con
violencia (por llevarse la mercancía de un joyero madrileño).
Nene tiene una orden de extradición pendiente, para cumplir diez
años de cárcel en Alemania por hechos similares.
Estos chicos siguen la corriente tradicionalista de timadores y estafadores.
La base consiste en convencer a un desconocido de que necesitas su ayuda
porque has cometido un delito o porque eres tonto, y hacerle creer que podrá
ganar mucho dinero por su colaboración. Partiendo de esta base se
reducen las denuncias al mínimo, porque si la víctima acudiera
a la policía estaría reconociendo que pretendía encubrir
un delito o aprovecharse de un idiota. Por otro lado, la avaricia anula
al sentido común y el primo nunca se pregunta: ¿por qué
un desconocido me va dar tanto dinero?, ¿no tiene amigos, parientes,
amantes...a quienes dárselo?, ¿por qué un desconocido
me cuenta que ha cometido un delito?...
El
timo de Nigeria se españoliza
Esther. La guardia civil de Málaga ha detenido a
dos nigerianos acusados de estafar con falsos premios de lotería.
Supuestamente habían adaptado el famoso timo de Nigeria, conocido
internacionalmente como el fraude 419, a la realidad española.
Según la guardia civil, los africanos enviaban cartas, con distintivos
y sellos oficiales falsificados, en las que informaban a las víctimas
que habían sido agraciadas con un premio de la Lotería Primitiva
o del Euromillón. Los premios llegaban hasta los 600.000 euros, pero
para cobrarlos había que pagar primero una pequeña comisión
para hacer frente a los impuestos o sobornar a funcionarios. Cuando cobraban
el dinero, desaparecían.
Parece increíble que alguien se trague esto, pero es la historia
del timador: sólo hay que intentarlo cientos de veces y siempre alguien
pica. Los organismos oficiales de loterías difícilmente pueden
ponerse en contacto con el ganador de un premio porque en las apuestas no
consta ningún dato del jugador. Los números agraciados son
públicos, salen en los medios de comunicación y están
expuestos en los centros de apuestas, por lo que un jugador podría
comprobar fácilmente que no tiene ningún boleto premiado y
que nadie le va a regalar 600.000 euros. Lo de sobornar a funcionarios es
una de las excusas más utilizadas por los timadores por su capacidad
para fascinar a los primos.
Acusan
a trescientos toxicómanos de estafa
Esther. En
junio el Juzgado de Primera Instancia Número 1 de Alicante ha imputado
por estafa a trescientos toxicómanos por colaborar en un fraude inmobiliario.
Un grupo formado por tres directores de sucursales bancarias, un tasador
y una inmobiliaria alicantina montaron supuestamente en 2001 un fructífero
fraude con la sobretasación de viviendas. Según la policía,
el tasador certificaba que el precio de una vivienda que estaba a la venta
era muy superior al real, y los directores de banco concedían los
préstamos por valor de la inflada tasación. A los propietarios
les pagaban algo más del valor real de las viviendas y el supuesto
grupo defraudador se quedaba con el resto del dinero concedido en el crédito.
Los compradores eran toxicómanos que accedían a prestar sus
datos a cambio de pequeñas cantidades económicas, que en ningún
caso superaron los 1.200 euros. Ahora no sólo están procesados
por estafa, sino que además tienen que hacer frente a las hipotecas
infladas de las casas que adquirieron. Algunas viviendas que tenían
un precio en el mercado de 12.000 euros fueron tasadas en 96.000.
Falsos
certificados médicos
Esther. La policía de Murcia (España) ha detenido
en mayo a 18 integrantes de una red por falsificar certificados médicos
a minusválidos, para la obtención del permiso de conducir.
Entre los detenidos hay cinco médicos y ocho profesores de autoescuela.
La policía cree que al menos 161 personas que presentaban alguna
minusvalía (pérdida de algún miembro, trastorno mental,
pérdida de agudeza visual o paraplejia) han obtenido un certificado
médico en el que no consta la misma.
|