www.adeguello.net / revista bimensual de crítica de crímenes / número 4- julio 2004

Crítica de crímenes


Cinco asesinatos en busca de paz, amor y felicidad

Esther. Glenn Taylor Helzer, de 33 años, fue expulsado de los Mormones en 1998 tal vez porque decía ser un profeta. Compartía casa en Concord (California) con su hermano Justin, de 32 años, y su amiga Dawn Godman. Ambos creían a pies juntillas en la existencia de una conexión celestial entre Dios y su compañero de piso. En enero de 2000 Glenn le dijo a Dawn: "El espíritu me dice que ya es hora de que lo sepas todo", y después la llevó a un templo Mormón, donde le reveló sus planes de "derrocar a Satán y matar a gente inocente en el proceso", según la propia Dawn. Unos meses después, en el verano de 2000, se cargaron a cinco personas entre los tres.
Primero llevaron a su apartamento a Selina Bishop, una ex novia de Glenn, de 22 años, que era hija del guitarrista de blues Elvin Bishop. Allí la mataro n a golpes y puñaladas y descuartizaron el cuerpo. Después hicieron lo mismo con Ivan y Annette Stineman, un matrimonio adinerado de avanzada edad, que conocía a Glen porque había sido su corredor de bolsa. En su caso, antes de morir les obligaron a firmar dos cheques de 100.000 dólares USA a su nombre. Después tiraron los tres cuerpos desmembrados al río de Sacramento. Esa misma semana fueron al apartamento de Selina y allí liquidaron a tiros a su madre, Jennifer Villarin, y a su novio, James Gamble. Por entonces, todavía no habían aparecido los restos de la hija, y la madre pensaba que estaba de acampada.
Al parecer, a Selina se la cargaron porque tenían miedo de que desvelara el plan de secuestros, extorsiones y asesinatos que habían elaborado para conseguir dinero. El dinero lo necesitaban para fundar una especie de secta religiosa que se llamaría "Impacto América" y se encargaría de hacer la "guerra contra Satán". Esta organización pretendía aportar paz, amor y felicidad a sus miembros. Glenn decidió que los medios para lograr estos objetivos serían la prostitución y las drogas. Pretendía atraer a la secta a jóvenes millonarios y a mujeres atractivas dispuestas a mantener relaciones sexuales con ellos. En su intento de reclutar chicas, los tres acudieron a diversas "Raves" en las que repartieron tarjetas de visita.

Ataque a los mormones
Glenn elaboró también el "Plan Brasil", que consistía en convertir a huérfanos brasileños en asesinos que se encargarían de matar a quince dirigentes mormones de Utah. (Se desconoce cómo pensaban llevar a cabo la conversión).
Con los asesinatos no sólo pretendían conseguir dinero, los tres estaban convencidos (por una incomprensible relación causa-efecto) de que, gracias a las muertes, Glenn se convertiría en el nuevo profeta de los doce millones de mormones y que este hecho apresuraría el regreso de Cristo a la tierra.
En junio, un jurado del condado de Contra Costa declaró a Justin culpable de cinco delitos de asesinato, secuestro, robo, extorsión y posesión de drogas. En marzo Glenn se había declarado culpable de asesinato. Por su parte, Dawn estableció un acuerdo con el fiscal en julio de 2003 que la libraba de la pena de muerte a cambio de testificar contra los hermanos.
Aunque han empezado a tener sus dudas, Justin y Dawn todavía albergan la esperanza de que los ángeles, que trabajan con Glenn, les liberen de la cárcel para poder continuar con el trabajo que Dios le ha encomendado.





Ejecutan a político bengalí por asesinatos múltiples


Esther. Ershad Sikder, uno de los asesinos múltiples más famosos de Bangladesh, fue ajusticiado en mayo en la horca por siete delitos de asesinato. Sikder pertenece a la categoría político- asesino de la que generalmente no hablamos en esta revista, pero su caso es excepcional porque en ocasiones liquidaba él mismo a sus rivales políticos.
Su ideología era muy práctica y similar a la de muchos políticos españoles: el transfuguismo. Sikder siempre se pasaba al partido que gobernaba. En los años ochenta, empezó su carrera política afiliándose al partido gobernante del militar Hussein Muhammad Ershad y a finales de la década consiguió un cargo en el ayuntamiento de Khulna. Cuando se restauró la democracia, a principios de los noventa, se pasó al partido gobernante (Partido Nacional de Bangladesh), y cuando unos años más tarde ganó las elecciones el partido de la oposición (Liga Awami), también se pasó a éste. El tránsfuga que empezó en la política siendo un trabajador pobre se acabó convirtiendo en uno de los hombres más ricos e influyentes del país. Sikder creó una especie de sindicato del crimen dedicado al asesinato, secuestro, violación y tortura. Contaba supuestamente con el apoyo de numerosos oficiales de policía, a los que tenía en nómina, y de políticos que le veían como un enlace útil con el mundo del crimen, ya que podía hacer desaparecer para siempre a los rivales molestos.
Le detuvieron en 1999 por el asesinato de Khalid Hossain. Se le acabó el respaldo político porque había llegado demasiado lejos cargándose a un miembro de su propio partido. Las dificultades para demostrar su culpabilidad terminaron con la detención de su guardaespaldas, Noor-e-Alam, que fue testigo del asesinato de Khalid y narró como Sikder le rompió todos los huesos a puñetazos y saltando sobre su pecho. Tras esta confesión, Alam sabía que su vida no valía mucho si su jefe conseguía salir de la cárcel, así que decidió asegurarse de que le condenaran a la pena capital y describió detalladamente 25 de los crímenes supuestamente cometidos por el político.
Sikder fue condenado a pena de muerte por siete delitos de asesinato y a cadena perpetua por otros cuatro. Se le acusaba de otras 20 muertes por las que no se le llegó a juzgar y, según el periódico bengalí The Nation, es responsable de la muerte de más de 60 personas.





Cadena perpetua para violador exhibicionista

Esther. Harold Hudson, un escritor británico fracasado de 57 años, reconvertido a conductor de taxis, conoció a una joven australiana de 18 en un pub londinense y la convenció de que se convirtiera en cebo para la captura de un supuesto pederasta de 70 años. El taxista se hizo pasar por periodista y le ofreció a la chica 200 libras esterlinas por ayudarle a desenmascarar al anciano.
En abril de 2003, Hudson se llevó a la australiana en su coche a un aparcamiento cercano a la autopista que, según parece, es un conocido centro de reunión de mirones y parejas exhibicionistas. Una vez allí, Hudson consumió cocaína mezclada con Viagra y obligó a la joven a esnifar una raya, según contó ésta. Después, encendió las luces del interior del vehículo y la violó delante de un nutrido grupo de observadores que, a su vez, mantenían relaciones sexuales y se masturbaban al lado de las ventanillas y encima del coche. Uno de los hombres, que no ha sido identificado, llegó a entrar en el vehículo y agredió sexualmente a la australiana.
Al acabar el espectáculo, Hudson le pagó a la chica las 200 libras acordadas, con la promesa de darle más dinero en el futuro. Suponemos que el tribunal de Guilford que le condenó tiene claro que la chica no le denunció sólo por no haber recibido el resto de lo prometido.
Hudson ha sido clasificado como un "peligro para las mujeres", y en mayo de 2004 le condenaron a cadena perpetua por violar y abusar sexualmente de la joven. Con anterioridad, ya había sido condenado a nueve años de cárcel por secuestro y agresión sexual de otra turista de 19 años, a la que convenció con la misma historia.
El descubrimiento del Viagra supone un gran peligro para la rehabilitación natural de los agresores sexuales que, normalmente, dejaban de violar a los 50- 60 años debido a la pérdida de potencia sexual.




La envenadora de Melilla confiesa tres asesinatos

Esther. Sólo se le escapó un hijo vivo, según su propia confesión. Su marido era alcohólico, le pegaba y le había dicho que se iba a marchar de casa, y por eso Francisca Ballesteros (Paqui) decidió cargárselo a él y a sus dos hijos, todo ello según su versión que no parece muy coherente. Los vecinos dicen que el marido era un funcionario normal y no tienen conocimiento del supuesto alcoholismo ni de los supuestos malos tratos. Paqui dice que planeaba suicidarse después de llevar a cabo sus planes, pero el caso es que toda la familia sufría intoxicaciones constantes menos ella.
Francisca Ballesteros es una valenciana de 35 años, que llevaba 17 años casada con Antonio, un melillense de 42. Tuvieron tres hijos: Sandra, Florinda y Antonio. La segunda murió a los seis meses de nacer.
En los últimos tiempos la supuesta envenenadora había conocido a varios hombres por Internet, llegando a intimar especialmente con tres, según los investigadores. Parece ser que en noviembre de 2003 se fue a Tenerife a visitar a uno de los internautas, al que le contó que era viuda y no tenía hijos (tal vez adelantándose a los acontecimientos). Ese mismo mes su marido y sus dos hijos ingresaron en el hospital por una intoxicación (de momento se desconoce si fue antes o después de su visita al tinerfeño). La presunta envenenadora decía que habían enfermado por culpa de unas fumigaciones. Los tres se recuperaron, pero no por mucho tiempo.
El marido falleció el 12 de enero de 2004 (se suponía que de infarto de miocardio), Sandra murió el 4 de junio, días después de ingresar en el hospital con síntomas de intoxicación, y su hijo Antonio ingresó en el hospital poco después de la muerte de su hermana (con la misma sintomatología). La autopsia de Sandra reveló que había sido envenenada y, tres días después de su muerte, detuvieron a la madre.
En un primer momento, Paqui confesó haber administrado "Colme" (un medicamento indicado para dejar el alcohol compuesto de cianamida cálcica) a su marido y a sus dos hijos, con el fin de acabar con sus vidas, y negó cualquier tipo de participación en la muerte de su segunda hija. En este punto, todo parecía indicar que la presunta asesina quería librarse de los familiares para irse con el amigo de Tenerife. Pero la cosa cambió cuando, tras unos días en prisión, Paqui acabó confesando que había matado también a su segunda hija en 1990. A partir de este punto habría que investigar las muertes de todas las personas relacionadas con la supuesta envenenadora en los últimos 15 ó 20 años.


Síndrome de Münchausen por proyección

Los vecinos no salen de su asombro al recordar a Paqui siempre cuidando y preocupándose por su familia. Durante los dos últimos años los niños faltaban con mucha frecuencia a clase a causa de constantes enfermedades. Su madre llamaba al colegio y decía casi siempre que tenían gastroenteritis. Esta circunstancia, unida al hecho de que el supuesto asesinato de la segunda hija se produjo mucho antes de que conociera al internauta, podría descartar la existencia de un único móvil sentimental y plantea la hipótesis de que la acusada sufra el Síndrome de Münchausen por proyección.
Se trata de una variante de la hipocondría, pero en el caso del Münchausen por proyección la persona que lo padece necesita que sean otros los que se sientan enfermos y no él mismo. Es una perturbación básicamente femenina. Las representantes típicas de la enfermedad son madres envenenadoras o abuelas que asfixian a los nietos, que aparentemente dan la impresión de estar siempre intentando complacer a los demás. Hacen ver que sufren mucho con la enfermedad de sus familiares y no se separan de su lado, al tiempo que les están suministrando pequeñas cantidades de veneno. Tienen una especie de enganche al sufrimiento y a ser las protagonistas del mayor número de desgracias.


Cronología aproximada de la vida de Paqui

1969.- Francisca Ballesteros nace en Valencia.
1987.- Se casa con Antonio González, un melillense siete años mayor que ella.
1989.- Nace su hija Sandra.
1990.- Nace su hija Florinda, que fallece a los seis meses.
1992.- Nace su hijo Antonio.
Noviembre de 2003.- Francisca supuestamente va a Tenerife a visitar a un hombre al que conoció por Internet, no se sabe si antes o después de que su marido y sus dos hijos ingresen en el hospital por intoxicación.
12 enero 2004.- Fallece su marido.
4 de junio de 2004.- Fallece su hija Sandra e ingresa en el hospital su hijo Antonio.
7 de junio de 2004.- Francisca es detenida por la policía y posteriormente ingresa en prisión.





Imitador de Ed Gein despelleja en Barcelona

Esther. Los restos de un cadáver mutilado y despellejado aparecieron en junio en la playa de San Sebastiá (Barcelona) metidos dentro de una bolsa de deporte. La cabeza, los pies y las vísceras habían desaparecido.
Parece que los restos pertenecen a una mujer de raza blanca de unos cincuenta años. Se cree que el autor de la muerte posee un grado de conocimiento profundo de anatomía y cirugía, por el modo en que despellejó y mutiló a su víctima.
En principio, se habló de un ajuste de cuentas entre delincuentes, que es lo que se dice siempre que no se tiene ni idea de quién fue y se quiere tranquilizar a la población que no se dedica a la delincuencia. Pero las bandas nacionales no suelen perder el tiempo con descuartizamientos minuciosos.
Después, se dijo que el asesino pretendía evitar el reconocimiento del cadáver que podía estar tatuado. Pero esto no explica el robo de vísceras, salvo que la muerta tuviera cálculos biliares o alguna operación.
Así que, en realidad no se sabe nada del cadáver ni de su ejecutor. La meticulosidad con la que despellejó a su víctima nos hace pensar que podría tratarse de un discípulo de Ed Gein (el asesino en serie, maestro de despellejadores y aficionado a la costura, que se fabricó un chaleco con piel humana y un cinturón con pezones).
La maestría descuartizadora es una característica muy infrecuente entre los criminales españoles. En 1995 apareció en Madrid un joyero asesinado y descuartizado con una pericia inusual que sorprendió a la policía. Al final, los culpables resultaron ser una pareja de charcuteros argentinos que lo habían secuestrado para pedir un rescate, pero les salió mal el plan y lo mataron y descuartizaron. Otro virtuoso del cuchillo fue el Descuartizador de Cádiz, un estudiante de medicina de 22 años, al que detuvieron en 1989 por matar y descuartizar, con gran pericia, a un amigo.





Pena de muerte a monarca salchichero por 'bocazas'

Esther. El autodenominado Rey de la Salchicha de San Leandro (California), Stuart Alexander, está convencido de que Hollywood comprará los derechos de su historia para hacer una película y de que en un par de años podrá salir de la cárcel.
En mayo comenzó el juicio contra Stuart, de 43 años, que está acusado de tres asesinatos y un intento. Las víctimas eran inspectores de Sanidad que habían detectado que la carne que utilizaba en su fábrica de salchichas no cumplía con la normativa vigente. El inspector Earl Willis fue el único que consiguió escapar ileso de los disparos del monarca salchichero, que fue detenido tras el incidente que se produjo en junio de 2000.
La ex novia de Stuart, Charlotte Knapp, ha declarado en el juicio que en numerosas ocasiones su ex pareja le comentó que podía matar a cuantos inspectores de Sanidad quisiera y convertirlos en salchichas sin que le pillaran. El acusado, además, se dedicó a pregonar durante años, entre vecinos y conocidos, que podía cargarse a los inspectores, alegar locura y salir de la cárcel en un par de años. Tanta locuacidad parece demostrar la premeditación de los crímenes, por lo que podría ser condenado a pena de muerte.
Por su parte, la madre de Stuart, Shirley Eckhart, se dedica a perseguir a los miembros del jurado al cuarto de baño, al bar... para decirles cosas del tipo: "lo siento por ti" o "esto es alucinante". El juez le ha dicho que le prohibirá el acceso a la sala si continúan los encuentros.
Se prevé que el veredicto se dé a conocer en septiembre.





Treinta años de cárcel para el violador del albergue

Esther. Francisco Arce Montes ha sido condenado en Francia a 30 años de prisión por el asesinato y la violación de Caroline Dickinson en 1996. El tribunal de Rennes que le condenó en junio ha recomendado que no salga de prisión hasta que pase un mínimo de 20 años. Arce reconoce haber abusado de la joven, pero niega haberla asesinado, alegando que cuando abandonó el albergue Caroline seguía respirando, por lo que ha apelado la sentencia.
Los hechos se remontan a julio de 1996. Caroline, una niña británica de 13 años, había ido de excursión con sus compañeras de colegio a la Bretaña francesa. A punto de finalizar el viaje, dormía con cuatro compañeras en una habitación de un albergue juvenil de Pleine Fougeres. Arce, un español de 54 años, entró en la habitación de madrugada y violó a la menor, poniéndole algodón en la boca para que no gritara. Las compañeras de habitación no oyeron nada, y Caroline murió asfixiada. La autopsia reveló que la muerte se produjo en un máximo de dos minutos, por lo que, aparentemente, cuando Arce abandonó la habitación ya había fallecido.
Esa misma noche el español había intentado violar a otra niña británica en otro albergue, pero las compañeras de habitación se despertaron con el forcejeo y tuvo que huir. Para evitar que volviera a suceder lo mismo decidió utilizar el algodón que mató a Caroline.

Detención en Miami
Arce fue detenido en Miami y extraditado a Francia en 2001. Su nombre apareció en el Sunday Times en la lista de sospechosos del asesinato de Caroline, por otras agresiones cometidas en albergues franceses. Su localización se produjo gracias a Tommy Ontko, un funcionario de aduanas estadounidense que leyó la noticia y buscó el nombre de Arce entre los turistas que se encontraban en el país. Las pruebas de ADN confirmaron que el español había sido el agresor.
Francisco Arce había sido detenido en numerosas ocasiones por agresiones similares. Le detuvieron por primera vez en Gijón (España) en 1974 por exhibicionismo. Tras su liberación, emigró a Alemania, donde le detuvieron en 1980 por un delito contra la moral pública y en 1989 le condenaron a cinco años y medio de cárcel por un intento de violación. Desde que salió de España se dedicó a deambular por Europa, trabajando normalmente como camarero y conductor de camiones. Sus continuas migraciones le permitieron emplear el mismo modus operandi y ser descubieto en pocas ocasiones. Se cree que durante las dos últimas décadas recorrió los albergues de Gran Bretaña, Holanda, Francia y España, violando a niñas. Llegó a mantener una relación sentimental con una joven francesa a la que conoció violándola y con la que, más adelante, tuvo un hijo.

Trastorno obsesivo
Los informes psicológicos le describen como un solitario problemático que presenta un trastorno obsesivo. Tras su primera detención en España, el psiquiatra le diagnosticó también depresión y esquizofrenia progresiva.
Sus problemas mentales se manifestaron por primera vez cuando era adolescente, a finales de los años sesenta. Arce estaba obsesionado con la higiene: se lavaba las manos constantemente, lavaba la comida con agua mineral y encendía las luces y abría las puertas con un pañuelo.
Eduardo Riesgo, el único conocido que testificó en el juicio, dijo que el condenado conocía todos los albergues de Europa y que se pasaba el tiempo persiguiendo a niñas. Según su testimonio, para Arce la edad ideal de las mujeres eran los 11-12 años y a partir de los 20 años las consideraba "viejas".
Está previsto que el juicio para resolver la apelación se celebre dentro de un año.





Continúa la saga criminal de los Asensios asesinos

Juanma. En Almería no dan abasto con las aventuras de la familia Asensio. Cuando todavía no se ha esclarecido el asesinato, en febrero, del patriarca Juan Asensio Rodríguez, un hijo de éste, Juan José, está acusado de matar a tiros al hombre de confianza y guardaespaldas de su padre, un ex policía apodado "El Chino", que iba acompañado por un hijo de la última amante del padre.
La muerte se produjo tras un encuentro en la calle que degeneró en pelea. Supuestamente, Juan José, que se llevó la peor parte en la refriega, sacó un arma y efectuó tres disparos, dos de los cuales acabaron con la vida del "Chino".
Juan Asensio Rodríguez, el empresario almeriense asesinado en febrero, tenía un patrimonio valorado en 28 millones de euros, consistente en cines, salas de ocio y espectáculos, galerías comerciales y otros negocios. En 1985, cuando tenía 52 años, fue acusado del asesinato de su mujer, acribillada a tiros durante los trámites de separación, pero se le absolvió por falta de pruebas. Se cree que los cuatro hijos del matrimonio se distanciaron de él a raíz de esta muerte y que Asensio acabó por desheredarlos. Y parece ser que los hijos han estado pleiteando con él estos últimos años por la herencia de la madre.
Todo parece indicar que Asensio había cometido el crimen perfecto (a pesar de que, según parece, él mismo lo dijo en algunas ocasiones), y eso le dio confianza.
En 1992 murió tiroteado un socio suyo, el ex mercenario y proxeneta belga Christian Poulin, y esta vez Asensio no logró librarse. Pasó siete años en la cárcel y, cumpliendo condena en Alcalá Meco, parece que hizo amistad con Mario Conde. Se dice que fue el protector de éste en la prisión. Al salir, parece que cambió de socio: se asoció con un italiano al que se considera relacionado con la Camorra napolitana.
Al final, su peculiar manera de llevar los negocios se volvió contra él. En la madrugada del 6 al 7 de febrero de 2004, unos desconocidos le metieron dos balas en la cabeza en el portal de su casa.
Pero la historia no acabó ahí. Ahora es el hijo el que supuestamente se ha enfrentado con los allegados de su padre, con el resultado de otra muerte más, precisamente la del hombre que más habría podido revelar de los no muy claros negocios del patriarca muerto.


Cronología

1985, Juan Asensio Rodríguez es absuelto en el juicio por el asesinato de su primera mujer, Ángeles García, muerta de cuatro tiros en la espalda. Estaban en trámites de separación y la mujer quería repartir los bienes.
Quedó sin aclarar el ametrallamiento de un carnicero, supuesto amante de la esposa asesinada.


1992, Asensio ingresa en prisión por el asesinato de su socio, el belga Christian Poulin, un ex mercenario que había estado preso por trata de blancas y que supuestamente estaba asociado con Asensio en negocios de prostitución. En la cárcel parece que se hace amigo y protector de Mario Conde.

1999, Sale de la cárcel y reanuda sus negocios. Se asocia con un tal d'Amico, supuestamente relacionado con la Camorra napolitana.

2002, noviembre: Juan José Asensio García, hijo de Juan y de la difunta Ángeles, presenta una denuncia contra su padre, que según parece no suelta ni un duro de la herencia de la madre.

2003, noviembre: Es tiroteado Manuel Lillo, contable de las empresas de la familia, que acababa de denunciar a Asensio por amenazas de muerte. En la denuncia aseguraba que su jefe le había confesado que "había quitado de en medio a su mujer para que no pillara nada de su patrimonio".

2004, febrero: Asensio padre es asesinado de dos tiros en el portal de su casa. Tenía 71 años.

2004, junio: Juan José Asensio, el hijo, que ya tiene 50 años, es detenido acusado de a tiros en plena calle a Antonio Bernabé Capel, alias "El Chino", ex policía y mano derecha de su padre (todos le consideraban su guardaespaldas), que iba en compañía del hijo de la última pareja del padre. ¿Continuará?




Sobre como no acabar con las listas de espera

Esther. Parece ser que se agobiaba pensando en esos pacientes que aguardaban turno en las listas de espera, mientras esos enfermos terminales no acababan de morir, y quiso ponerle remedio. Barbara Salisbury, una enfermera británica de 47 años, ha sido condenada en junio a diez años de cárcel por el intento de asesinato de dos pacientes ancianos en el Hospital de Leighton (Cheshire, Gran Bretaña).
Barbara necesitaba camas, así que les dio una sobredosis de morfina. Es una mujer muy sensible que colocaba a algunos enfermos en la posición ideal para que se ahogaran con sus propias secreciones pulmonares y que animaba a otros con frases del tipo: "Ríndete, es hora de ir".

La enfermera prostituta de Holanda

Por otra parte, la Corte de Apelación holandesa ha ratificado en junio la condena a cadena perpetua de la enfermera Lucy de Berk, que en marzo de 2003 fue condenada por cuatro delitos de asesinato de pacientes y tres intentos. El tribunal de apelaciones la considera ahora culpable de siete asesinatos y tres intentos (en principio se le acusó de trece asesinatos y cinco intentos). Lucy ha insistido en su inocencia durante todo el juicio y ha salido llorando de la sala, tras oír esta última sentencia.
La enfermera holandesa mató a sus víctimas con inyecciones de potasio y morfina. Eran pacientes de los tres hospitales de La Haya en los que trabajó entre 1997 y 2001.
Su caso causó una gran conmoción en Holanda y en Canadá, país en el que vivió durante su adolescencia y en el que empezó a trabajar como prostituta. De regreso a Holanda, siguió ejerciendo esta profesión hasta que ingresó en la Escuela de Enfermería, tras falsificar un certificado de estudios canadiense.
Durante el juicio se leyó el diario de Lucy en el que contaba que había matado a un chulo de putas en Vancouver y reflejaba su interés por el sadismo y su fascinación por la tortura y la muerte. El fiscal describió a la enfermera como una psicópata obsesionada con la muerte.
Doctores y Ángeles de la Muerte
(Adegüello, marzo 2004)




Frenesí saqueador de las marujas tras la boda real

Juanma. Nada más terminar la triunfal vuelta al ruedo de los recién casados Felipe y Letizia el 22 de mayo, un espíritu rapaz tomó posesión de las mentes de miles de marujas y bastantes marianos que habían presenciado el principesco recorrido. Como una nube de aves de presa, cayeron sobre los adornos, los maceteros de flores, los parterres, las lonas y banderolas, incluso sobre la alfombra roja, que fue cortada a pedacitos con tijeras "que siempre llevo conmigo", como dijo una señora sorprendida in fraganti. Los miles de policías que custodiaban el recorrido no sabían qué hacer ante el saqueo, y no hicieron nada. Tampoco era cuestión de ponerse bruto con unas señoras mayores claramente dominadas por una fuerza superior a ellas. En la tele se pudo ver a una venerable abuelita cogiendo a cucharadas la tierra de un macetero, ya despojado de todas sus flores, y echándola en una bolsa de plástico. ¿Qué extrañas virtudes atribuía la señora a esa tierra? ¿También lleva siempre una cuchara consigo, como la de las tijeras?
El valor de la rapiña asciende a cientos de miles de euros. Por lo visto, el alcalde tenía intención de mantener todos los adornos florales. Pero en el Ayuntamiento han optado por echar tierra al asunto. Aunque la concejala de Medio Ambiente se declaró indignada por el pillaje, el concejal de Seguridad habló en tono de broma de "colaboración ciudadana en la retirada de los elementos que han decorado la ciudad estos días".
Se comprende la actitud conciliadora de policías y concejales. No es fácil enfrentarse con hordas de madres y abuelas que podrían ser las propias. Pero eso es precisamente lo preocupante del asunto: constatar que los autores del desaguisado no son delincuentes marginales, ni siquiera hinchas de fútbol, sino nuestras propias y respetables madres, tías y abuelas (las que nos decían "niño, no toques eso"), y comprobar que son susceptibles de caer poseídas en masa por un frenesí que las empuja a comportarse como plaga de langosta sin que nadie pueda interponerse en su camino.





Fan de Britney Spears confiesa asesinatos en serie

Esther. Sean Gillis necesitaba poco para ser feliz. Con un paquete de tabaco, un ordenador, unos CDs de Britney Spears y matando supuestamente a alguna chica de vez en cuando, ocupaba todo su tiempo. Gillis, de 41 años, estaba en paro y se pasaba unas 15 horas al día navegando en Internet. Desde hace ocho años vivía en su casa de Louisiana (EE.UU.) con su novia Terri Lemoine, de 46 años, y con los tres hijos de ella. Sú último trabajo conocido fue reparar fotocopiadoras.

La policía sospecha que Gillis ha matado al menos a ocho mujeres durante los últimos diez años. En junio el fiscal ha decidido que en su primer juicio le acusará sólo de la muerte de Donna Bennett Johnston, de 43 años, porque es el caso en el que existen más pruebas condenatorias. La policía encontró a Gillis en la lista de personas que habían comprado unos neumáticos similares a los que dejaron huellas en el lugar del crimen y, tras someterse a una prueba voluntaria de ADN, le detuvieron. Gillis ingresó en la cárcel de Baton Rouge el 29 de abril.


Recuento de víctimas
Primero le acusaron de seis muertes. En tres de ellas las pruebas de ADN demostraban su culpabilidad y las otras tres le fueron atribuidas, en principio, por las semejanzas con los otros crímenes. Después Gillis confesó ser el autor de otras dos muertes que no guardaban mucha similitud con las anteriores, salvo por la circunstancia de que todas las víctimas eran mujeres.
La pruebas de ADN ligan a Gillis con las muertes de Katherine Hall, Johnnie Mae Williams y Donna Bennett Johnston, asesinadas en 1999, 2003 y 2004, respectivamente. Las tres tenían un estilo de vida de esos que se consideran de alto riesgo desde el punto de vista victimológico y policial: eran prostitutas y/o drogadictas. Las tres murieron golpeadas y estranguladas, y desaparecieron algunas partes de sus cadáveres, que fueron mutilados. En el ordenador de Gillis aparecieron fotos de sus cuerpos tomadas con una cámara digital.
El mismo estilo de vida arriesgado llevaban otras tres de las supuestas víctimas de Gillis: Lillian Robinson, Joyce Williams y Marilyn Nevils.
Tras su detención, Gillis también confesó ser el autor de la muerte de otras dos mujeres que nada tenían que ver con las drogas o la prostitución. Eran Ann Bryan, una mujer de 82 años que fue asesinada en su apartamento, y Hardee Schmidt, un ama de casa de 52, que murió una tarde tras salir a hacer footing.
En principio, los agentes sólo investigaron la posible implicación de Gillis en los asesinatos de prostitutas y drogadictas, pero estas dos confesiones han ampliado el campo de investigación a las muertes de mujeres en general y, en particular, a las que fueron asesinadas mientras hacían footing, que según parece ha habido unas cuantas más en su radio de acción.


Si se confirma su participación en estas ocho muertes, Gillis habría matado por primera vez en 1994, a los 31 años. Entre 1999 y 2000 se habría cargado a cinco mujeres, a una en 2003 y a la última en febrero de 2004. Pero la mayoría de los investigadores y psiquiatras sospechan que Gillis ha empezado a matar antes de 1994 o, como mínimo, a cometer algún tipo de abuso sexual antes de esa fecha, seguramente porque empezar como asesino en serie después de los treinta años es muy infrecuente, es más bien la edad en la que se retiran porque les pillan. Por otro lado, opinan que hay demasiados tiempos muertos en su supuesta trayectoria asesina. (Aunque el intervalo 1994-1999 podría explicarse porque empezó a vivir con Terri en 1996 y es posible que se hubieran conocido alrededor de 1995).

Un tipo muy normal
A los amigos de Gillis les ha sorprendido la noticia y no dan crédito. Su novia no para de conceder entrevistas y dice que es un nombre muy normal que, tras pasarse el día entero con el ordenador, a veces salía solo por las noches a dar largos paseos en coche "como todos los hombres", según Terri. Los dos coleccionaban cromos: ella de La Guerra de las Galaxias y los Beatles y él de Star Trek, Los Ángeles de Charlie y de las animadoras de los Dallas Cowboys.
Los vecinos y conocidos, por el contrario, le describen como un tipo raro que ladraba a la luna e insultaba a su madre en el patio de su casa, pero la madre probablemente no le oía porque vive en Dallas (Por cierto, la progenitora es quien le mantenía desde que se quedó en paro).





A los Yakuzas retirados les cuesta ser aceptados

Clínicas especializadas les ayudan a disimular

Juanma. En Japón, el crimen organizado sufrió una fuerte recesión en los años noventa. Muchos gángsters pertenecientes al legendario Yakuza decidieron abandonar su profesión y probar suerte en la sociedad civil. Otros, aunque seguían perteneciendo a la organización, querían pasar inadvertidos entre sus vecinos.
Pero los yakuzas que se retiran o no quieren despertar sospechas tienen que hacer algo con sus espectaculares tatuajes, ya que provocan alarma y desconfianza y no son admitidos en piscinas públicas y gimnasios.
Para ello recurren a clínicas especializadas que les aplican una falsa piel que cubre el tatuaje, es indistinguible de la piel de verdad y hasta cambia de color al exponerse al sol. El primero de estos establecimientos fue el New Body Institute, que en principio estaba dirigido a mujeres que habían sufrido mastectomías y no se esperaba la clientela que empezó a llegarle.
Otra fuente de problemas son los meñiques cortados. Cada vez que un yakuza comete una falta grave debe cortarse un meñique como expiación. Y eso se nota aunque uno vaya vestido. Si vas a una entrevista de trabajo con un meñique de menos, lo tienes claro. De manera que prótesis al canto.





Posesión infernal en Bhopal

Esther.
Yasmin, de 22 años, y su hermana Taslima, de 25, mataron supuestamente a su padre para librarle de una posesión infernal. El padre, Yunus Mian, era un funcionario municipal jubilado que vivía en Bhopal (India) con su mujer y sus siete hijos. Yunus llevaba una temporada enfermo, y toda la familia creía que estaba afectado por una maldición. Con el tiempo, llegaron a la conclusión de que las presuntas asesinas también estaban poseídas, pero en su caso por un conjuro de los espíritus buenos.
En junio las hermanas decidieron usar sus superpoderes para acabar con la dominación que Iblis, el gran Satán, ejercía sobre su padre. Encerraron a Yunus en una habitación, le ataron con cadenas, le apuñalaron y después bailaron alrededor de su cadáver. Parece ser que también bebieron sangre de su progenitor y se comieron algunos de sus órganos, pero aún no ha sido confirmado por la autopsia. Las hermanas están muy satisfechas de su acción liberadora, y los psiquiatras hindúes opinan que sufren un trastorno mental extremo con pérdida total del balance mental. Los vecinos dicen que es una familia un tanto extraña.

El accidente de Bhopal
En diciembre de 1984 se produjo un escape de gas en una factoría química (propiedad de una empresa norteamericana) situada en Bhopal. Una densa nube de gas letal se situó sobre los suburbios de chabolas y llegó hasta el centro de la ciudad. Más de 3.000 personas murieron en los tres primeros días por exposición directa al gas, según la BBC, y más de 9.000, según Greenpeace. Las organizaciones hindúes de supervivientes estiman que, en la actualidad, entre 10 y 15 personas mueren cada mes a causa de enfermedades originadas por la exposición a los gases tóxicos. Y señalan que más de 150.000 supervivientes padecen enfermedades crónicas y siguen necesitando atención médica.
Las enfermedades asociadas más comunes son problemas respiratorios graves, daños cerebrales, desarreglos hormonales y deficiencias inmunológicas.
Tal vez las posesiones que afectaban a Yunus y a sus hijas son más industriales de lo que pensaban y menos infernales
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