www.adeguello.net / revista bimensual de crítica de crímenes / número 7- enero 2005

Criminal del mes


El 'cadáver' de Paesa vive en Luxemburgo

Juanma. Desde 1998 no se sabía nada de Francisco Paesa, el hombre que entregó a *Luis Roldán (y se quedó con su dinero). Y lo que se sabía era falso. En julio de ese año, su hermana publicó una esquela en el diario El País en la que se afirmaba que Paesa había fallecido en Tailandia y había sido incinerado. Nadie se lo creyó, pero ahí quedó la cosa. Ahora, una agencia de detectives contratada por un financiero anónimo lo ha localizado en Luxemburgo, donde vivía con pasaporte argentino, asociado con su sobrina y dedicado como siempre a prósperos negocios. Pero el diario El Mundo se apresuró a publicar la noticia y, como es natural, Paesa ha desaparecido de nuevo. La nueva peripecia es tan rocambolesca como el resto de la historia de este maestro del engaño y el escamoteo.
Agente secreto del Ministerio del Interior español que vendió misiles trucados a ETA, director del Banco Nacional de Guinea (gracias a su amistad con el presidente Macías; por cierto, el dinero del banco desapareció), banquero en Suiza condenado por estafa, traficante de armas entre los países ex soviéticos y Oriente Medio, falsificador de documentos, diplomático, organizador de fugas y prestidigitador financiero. Bien lo sabe Luis Roldán, al que ayudó a fugarse cuando se descubrieron sus chanchullos, y a quien entregó después a cambio de 300 millones de pesetas de la época, no sin quedarse antes con el dinero rapiñado por el ex diretor de la Guardia Civil: unos 1.800 millones de pesetas (once millones de euros).

Muerte en Tailandia
Para eludir a la justicia, Paesa utilizaba un pasaporte diplomático de Santo Tomé y Príncipe. Pero las reclamaciones contra él se acumulaban. Fue entonces, en 1998, cuando decidió montarse una buena desaparición. Su hermana publicó en El País una esquela anunciando su fallecimiento en Tailandia por infarto de miocardio y la inmediata incineración del cadáver. Como toque de estilo, se encargaba todo un mes de misas gregorianas por su alma en el Monasterio Cisterciense de San Pedro de Cardeña. Nadie se tragó la bola, pero eso no impidió que el muy prestigioso abogado Manuel Cobo del Rosal, catedrático de derecho penal de la Universidad Complutense, presentara en la Audiencia Nacional un certificado de su defunción en Tailandia, solicitando que se archivaran todas las causas contra él.

Hay que decir que después de su defunción, Paesa fue avistado en dos ocasiones, una en París y otra en Las Rozas (Madrid), donde compró un chalé usando un nuevo pasaporte falso. En esta operación le ayudó una vez más su eficiente sobrina, Beatriz García Paesa. En 1998, ella se encargó de transferir los once millones de euros del botín de Roldán a un banco de Singapur, y después borrar el rastro del dinero. La sobrina, que estaba asociada con su tío en dos empresas con sede en Luxemburgo, ha sido el hilo por el que se sacó el ovillo del evasivo personaje. Ella fue el objeto de la investigación privada que acabó revelando -por poco tiempo- el paradero de Paesa. En efecto, una agencia de investigación catalana recibió el encargo de seguir la pista a una tal Beatriz García, que había estafado 20 millones de euros a un hombre de negocios europeo, de identidad no revelada. La agencia localizó a Beatriz en Luxemburgo y comprobó que era la sobrina de Paesa. También localizó al desaparecido tío, asociado con ella en operaciones financieras con países de Oriente Medio. Pero aquí viene lo raro. Parece ser que la agencia, una vez localizado el objetivo, debía pasar la información a un periódico, El Mundo, el cual se apresuró a publicar la noticia, con el consiguiente vuelo inmediato del pájaro.
No se descarta que el misterioso "hombre de negocios europeo" que encargó la investigación fuera el propio Roldán, que sigue en la cárcel y debe de estar algo resentido con su antiguo asesor. A estas alturas, la Interpol había dejado de buscar al ex espía, y muchas de las causas abiertas contra él han prescrito. Pero no por eso Paesa vivía tranquilo. Otros muchos elementos lo buscaban para pedirle explicaciones por su habilidad para hacer desaparecer el dinero ajeno en grandes cantidades. Por lo visto, Paesa había llegado a timar a una de las bandas mafiosas más peligrosas de Rusia, y vivía protegido por ex agentes de la Stasi (la policía política de la antigua Alemania Oriental). El tío, como se ve, sigue en plena forma.



(*) Luis Roldán: Político español que no había estudiado nada, pero que decía ser ingeniero industrial y economista. Fue director general de la Guardia Civil con el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) entre 1986 y 1993. Durante este periodo, participó en numerosas orgías cutres y se hizo multimillonario. Desapareció en abril 1994, después de que una comisión de investigación descubriera sus chanchullos. La Policía española le detuvo en febrero de 1995 en el área de tránsito del aeropuerto de Bangkok (Tailandia). Desde febrero de 1995 cumple condena en la cárcel de Brieva (Ávila) por diversos delitos económicos.
Se cree que su amigo Paesa le ayudó a escapar y después le entregó. En febrero de 1998, la Audiencia Nacional acordó investigar la participación del ex espía en la ocultación del patrimonio de
Roldán.