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bimensual de crítica de crímenes / número 9- mayo 2005
Nuevas
tendencias
El
nuevo exhibicionismo gráfico
Esther.
En realidad, ya hablamos de la nueva modalidad de exhibicionismo retardado
en el número de julio de 2004, pero aunque Jeffrey Pritchert, de
41 años, se ha dado ha conocer con su detención en abril,
hay que reconocer que es el auténtico pionero en la materia porque,
según la policía, empezó a exhibir las fotos de sus
genitales en 1999. Más de un centenar de mujeres de Mesa (Arizona,
EE.UU.) han encontrado en su coche una foto Polaroid del aparato reproductor
de Pritchert en los últimos seis años, según la propia
confesión del detenido.
En algunas ocasiones, el exhibicionista se animaba y se la enseñaba
a las viandantes en vivo y en directo, con tocamientos incluidos. La policía
encontró el rastro de ADN que dejó el fruto de sus tocamientos
y localizó al presunto delincuente, que estaba registrado por hechos
similares. Le siguieron hasta que le vieron dejar una de sus instantáneas
en el coche de una mujer. Le han acusado de exhibición pública
de materiales sexuales explícitos, indecencia pública sexual
y posesión de drogas peligrosas y la han impuesto una fianza de
18.000 dólares USA. El
exhibicionismo retardado
(Adegüello, julio 2004)
El robo de coches se sofistica en Argentina
Esther.
Hasta para robar coches los argentinos tienen bandas superorganizadas.
La policía detuvo en abril a trece integrantes de una red que consiguió
supuestamente 400.000 euros en una año y medio con la venta de
coches robados. Cada miembro tenía su misión y no se conocían
entre ellos, sólo hablaban por teléfono. El jefe del grupo
encargaba un robo y después dejaban el vehículo durante
un día en el aparcamiento de un centro comercial para comprobar
si tenía localizador vía satélite, según la
policía. A continuación, falsificaban los papeles del auto
y lo ponían a nombre de otra persona que tenía un coche
similar que no había sido robado y que, por lo tanto, no estaba
denunciado. Por último, alquilaban garajes en edificios de viviendas
para no despertar sospechas y los ponían a la venta con anuncios
de particulares en la prensa. Los compradores descubrían la estafa
cuando les paraban en un control de la policía o cuando intentaban
hacer la transferencia.
Innovadora
expansión comercial
Esther. Un
sudafricano ha sido detenido en marzo por manipular semáforos para
provocar accidentes en un barrio de Johannerburg. El hombre trabajaba
desde hacía varios meses en el departamento comercial de dos compañías
de grúas y puso en marcha este peculiar sistema para aumentar la
clientela. Dos niños le ayudaban supuestamente con los semáforos.
Los vecinos avisaron a la policía. Se le acusa de intento de asesinato
y daño malicioso.
Los ancianos, locos por el crimen
Esther. El
aumento de la esperanza de vida, los avances sanitarios en geriatría
y las bajas pensiones de jubilación están provocando un
aumento desmesurado de la criminalidad senil.
La más famosa de la temporada es Patricia Tabram de East Lee (Inglaterra).
A Patricia, de 66 años, la detuvieron por invitar a otros pensionistas
a galletas de cannabis. La policía encontró 31 plantas de
Marihuana en su casa y 47 bolsas de cannabis. El Juzgado de Newcastle
la condenó en abril a una pena en suspenso de seis meses de cárcel.
El juez dijo que no quería convertirla en una mártir. Patricia
ha dicho que no piensa dejar de consumir la droga y ya tiene su propia
página web: www.granma-eats-cannabis.com, en la que piensa poner
sus mejores recetas de cocina con cannabis. De momento, sólo tiene
camisetas a la venta.
Por otro lado, en Danville (Virginia, EE.UU.) la policía tuvo que
intervenir en marzo en una riña casera entre un matrimonio. El
tema principal de la disputa era la Marihuana que el hombre le había
comprado a la abuela de su esposa. Los agentes encontraron más
de medio kilo de Marihuana en la nevera de Mollie Williams, de 78 años,
con una valor aproximado de 4.000 dólares USA en el mercado. Mollie
ha quedado en libertad bajo una fianza de 15.000 dólares USA, pero
su novio, Jack White, de 72 años, no aparece y está en busca
y captura.
Algunos de estos ancianos son delincuentes profesionales que siguen en
activo y otros deciden empezar su carrera criminal en la senectud. Calvin
D. Ott, un hombre de 80 años, pertenece aparentemente a la primera
categoría. En agosto de 2004 le detuvieron por vender metadona
a un confidente de la policía y ahora le han vuelto a detener por
vender crack y anfetaminas en su casa de Olympia (Washington, EE.UU.).
Le dejaron en libertad en marzo, tras pagar una fianza de 10.000 dólares
USA.
La
nueva cocaína super adictiva
Esther. La ONG brasileña Reard (Rede Acreana de Reduçao
de Danos) ha descubierto una nueva droga derivada de la cocaína
que es más adictiva y perjudicial que el crack. Se trata del "oxy"
("oxi" en Brasil), un compuesto de residuos de hojas de coca,
cal pura y queroseno, que, al parecer, se produce en Perú y llega
al estado brasileño de Acre a través de Bolivia.
La ONG, dedicada a la prevención del SIDA y de las enfermedades
de transmisión sexual, realizaba un estudio sobre consumidores
de crack, entre 2003 y 2004, cuando detectaron la existencia de esta nueva
sustancia. Durante el transcurso de la investigación 13 de los
75 consumidores de oxy fallecieron. La sustancia produce lesiones en el
hígado y en el sistema neurovegetativo y crea dependencia tras
el tercer consumo, según los estudios publicados por Reard en abril.
El
plátano y su valor criminológico
Esther.
Los plátanos se han convertido en protagonistas de la actualidad
criminal de los últimos meses. En marzo Crystal Senger, una jugadora
de baloncesto de 19 años, fue a comprar un paquete de tabaco y
se encontró a un atracador adolescente, de 1,80 metros de altura
y 150 kilos, intentando estrangular al dependiente de una tienda de Bismarck
(Dakota del Norte, EE.UU.) La joven se puso a lanzarle bananas verdes
al asaltante, que intentó huir aturdido, y le acabaron encerrando
en una habitación hasta que llegó la policía.
Tal vez motivado por su edad y los efectos secundarios del Viagra, Arthur
Bertana, un ex policía de 62 años en libertad condicional
por actos lascivos, decidió llevar a cabo sus prácticas
exhibicionistas con un plátano de juguete. Bertana se ponía
unos pantalones ajustados y les enseñaba supuestamente el bulto
a los viandantes de una calle comercial de Stamford (Connecticut, EE.UU.)
Le detuvieron por alteración del orden público y en marzo
le han dejado en libertad condicional, tras pagar una fianza de 5.000
dólares USA.
El plátano fue también el protagonista de un atraco frustrado
en Londres, esta vez como arma criminal. Robert Downey, un consumidor
de crack de 24 años, entró en una librería de Tower
Hamlets y amenazó al cajero con dispararle, mientras le apuntaba
con una bolsa de plástico azul, en la que llevaba un plátano
que se veía parcialmente. Como el vegetal no asustaba a los dependientes,
les enseñó unas tijeras que llevaba en el bolsillo del pantalón,
que tampoco provocaron el efecto esperado. Intentó huir, pero le
detuvieron a pocos metros del establecimiento. En marzo le condenaron
a cerca de siete años de cárcel.
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