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/ revista trimestral de crítica de crímenes / número 19- abril 2007
Estafa,
timo y falsificación
Magia
negra y curaciones milagrosas
Esther.
Velas con poderes curativos a 100 euros y purificaciones de dinero que
desaparece. En enero, la policía de Alicante (España) ha
detenido a un hombre acusado de estafar en Málaga más de
350.000 euros con magia negra. "Profesor Ángel. Máster
en parapsicología. Ayuda espiritual, tarot, videncia y recuperación
de parejas", explicaba en su publicidad el detenido. Al parecer,
trabajaba con otras cuatro personas a las que busca la policía.
Le detuvieron por las denuncias de dos mujeres; una de ellas dice que
les entregó 50.000 euros para que fueran purificados y la otra
explica que les dio 300.000 para que su padre no se quedara sordo. En
ambos casos dicen que el dinero desapareció y desaparecieron también
los presuntos estafadores después de que le dijeran a la mujer
de los 300.000 euros que tenía que dejar los billetes tres días
en la consulta, rodeados de velas y flores, para que el conjuro fuera
efectivo.
Otro espabilado, es el curandero J.J.L.G., de 29 años, que se hacía
pasar por médico, y al que la Audiencia de Sevilla ha condenado
en febrero a 16 meses de cárcel por un delito contra la salud pública
e intrusismo profesional. Éste ponía carteles en centros
de salud en los que aseguraba tener una vacuna contra el cáncer,
efectiva en el 70 por ciento de los casos. "Jaque al cáncer",
se leía en sus anuncios en los que se hacía llamar Dr. L.
García, con un número de colegiado falso del Colegio de
Médicos de Sevilla. Por el contrario, en la placa de la puerta
de su consulta no se hacía pasar por médico y el contenido
evidenciaba que se trataba de un charlatán: "titulado superior
en terapias biológicas, acupuntura, hipnosis, quiromasaje, reflexoterapia
y medicina natural".
El Alto Tribunal consideró también que las sustancias que
suministraba a los enfermos podían ser perjudiciales para la salud:
Cassia angustifolia, fucus vesiculosus y rahamnus pursiana. También
les daba cannabis, así que aunque no se curaran al menos los enfermos
debían estar más contentos.
Pena
de muerte a creador de pirámide de hormigas
Andrea.
La investigación sobre una estafa piramidal, basada en la venta
de hormigas, ha terminado en febrero con el mayor responsable condenado
a muerte, pena que en China se reserva normalmente a crímenes más
graves. Aunque la idea de hacer dinero con hormigas pueda parecer rara,
en algunas zonas de China la gente compra en la calle bolsitas de hormigas
con las que aderezar su té o sopa, pues se cree que son un remedio
natural contra algunos males comunes como la artritis. Aprovechando esa
vieja creencia, sin evidencia científica, Wang Zhendong convenció
a unas 10.000 personas de comprar paquetes de hormigas hasta por 10.000
yenes (unos 1.200 dólares), cuando estos no valían más
de 200 yenes. La idea era criar las hormigas para después hacer
vino, té y otros elixires médicos; este negocio prometía
beneficios del 60 por ciento sobre lo invertido. Se cree que gracias a
la estafa la empresa Yingkou Donghua Trading Group ganó 387 millones
de dólares, de los cuales sólo se han podido recuperar 1,3
millones.
El problema salió a la luz pública cuando una de las víctimas
del negocio de las hormigas se suicidó, al percatarse de que había
perdido todo su dinero.
En su defensa, Wang dijo que nunca pretendió engañar a nadie
y que el alto precio de los paquetes de hormigas se debía a su
"despiste", pues realmente no sabía mucho del negocio
con esos insectos. Lo que sí supo fue gastarse parte del dinero
en algunos gustos, el pago de deudas y préstamos de dinero. Otros
quince ejecutivos de la empresa han recibido penas de entre 5 a 10 años
de cárcel.
Destapan la mayor estafa piramidal de la historia
(Adegüello, julio 2006)
Venden
ropa inexistente en internet
Esther.
La policía española detuvo en febrero a unos supuestos estafadores
que ponían a la venta productos inexistentes en internet, sobre
todo ropa, y se quedaban con el dinero. La cuenta bancaria en la que se
recibían los ingresos estaba a nombre de José Manuel N.N.,
un español de 32 años. De ahí hacían transferencias,
a través de internet, a las cuentas de Walter Gabriel A., un argentino
de 32 años, y de Jesús Antonio R.P., un venezolano de 23.
Mientras que alguna de las cuentas de correo electrónico que empleaban
para poner los anuncios pertenecía a Jesús Alberto P.G.,
al que detuvieron en Sevilla.
Se cree que los detenidos abrían cuentas bancarias y creaban distintas
cuentas de correo electrónico para intentar despistar. La policía
dice que han estafado a 640 personas un total de 57.000 euros con diversas
ventas. No está mal, teniendo en cuenta que el sistema es una birria
que sólo puede funcionar si las víctimas no se molestan
en denunciarlo.
Estafas
telefónicas por SMS desde una cárcel chilena
Andrea.
Las estafas telefónicas a teléfonos móviles de prepago
son pan de cada día en Chile. Las víctimas suele recibir
varios mensajes SMS al día notificándoles que por ser clientes
de tal o cual compañía telefónica han ganado un coche
o televisor plasma de 29 pulgadas, que puede retirar en cualquier sucursal
de la compañía. Al llamar al número indicado, se
entera que si además quiere ganar un vehículo 4 por 4, debe
intentar adelantarse a otros tres clientes beneficiados por la misma promoción
y ser el primero en hacer tres recargas de 20 euros en cualquier tienda
que ofrezca este servicio.
En 2006, la Fiscalía Centro Norte de Santiago ya hizo un seguimiento
a estas estafas, pues hasta los fiscales habían recibido este tipo
de mensajes. Tras la correspondiente investigación, se determinó
que las llamadas telefónicas provenían del interior de la
cárcel de Colina, a las afueras de Santiago. El problema es que
nunca se pudo verificar quien hacía las llamadas puesto que, supuestamente,
los internos no tienen derecho a usar teléfonos móviles.
En marzo, un programa informativo de TVN (canal de televisión chileno)
volvió a ocuparse de estas estafas y reveló el nombre de
Nicolás Barros Gres, un supuesto ejecutivo 0050 de Telefónica,
quien desde la comodidad de su celda se cree que gana unos 150 euros semanales
gracias a este trabajo.
El premio
Está claro que la memoria es frágil y la perspectiva de
ganar algo anula el sentido común, que fue lo que le debe haber
ocurrido el 5 de marzo a un analista de sistemas de la ciudad de Arica
(Chile), cuando recibió un mensaje de texto, de parte de unos conocidos
grandes almacenes, anunciándole que había ganado un televisor.
Al llamar al teléfono del mensaje, le contestó un falso
ejecutivo de atención telefónica y le informó que
había ganado un concurso patrocinado por un programa de televisión
y para cobrarlo debía retirar dinero de su banco e ingresarlo en
una cuenta. El azar o la providencia le concedieron a la víctima
dos oportunidades para retractarse y darse cuenta de que todo era un engaño,
pues los primeros cajeros a los que acudió para retirar el dinero
no funcionaban debido a una caída general del sistema informático.
Pero el ejecutivo seguía llamándole insistente, y al final
el hombre fue a su banco y retiró de su cuenta unos 3.000 euros
que procedió a ingresar en la cuenta indicada. Aún peor,
hizo otro retiro posterior de 300 euros que depositó en otra cuenta
a nombre de otra mujer y, aunque parezca mentira, todavía tuvo
que comprar tarjetas de prepago, momento en el que empezó a dudar
del ejecutivo, quien le colgó el teléfono. En la misma ciudad
otras dos personas han perdido más de 1000 euros en un concurso
que les prometía una casa.
Todo esto a pesar de que los medios vienen hablando sobre estas estafas
desde hace más de tres años.
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