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/ revista trimestral de crítica de crímenes / número 24- julio 2008
Criminal
del mes
Un
camionero en paro vende el Hotel Ritz de Londres
Esther.
Tony Lee,
un camionero en paro de Gran Bretaña, se presentó un buen
día ante el empresario inmobiliario Terry Collins para ofrecerle
a mitad de precio el Hotel Ritz de Londres, propiedad de los hermanos
Barclay. Lee, que decía actuar en nombre de los propietarios, pedía
250 millones de libras esterlinas por un edificio valorado en 600 y que
la operación se mantuviera en secreto por la conocida discreción
de los hermanos millonarios. Era una operación exclusiva y secreta
que bautizaron como Proyecto Notting Hill.
En plena negociación, el camionero le dijo a Collins que se había
reunido con los Barclays en Gibraltar y que le habían dicho que
había otro comprador interesado por lo que Collins debía
abonar un depósito para no perder la exclusividad y poder tener
acceso a la documentación que estipulaba las condiciones de la
compraventa. El empresario inmobiliario debía pagar un millón
de libras a un contratista que supuestamente trabajaba para los propietarios.
El dinero se le reembolsaría si finalmente no llegaban a un acuerdo.
Collins se puso entonces en contacto con el millonario holandés
Marcel Boekhoorn que decidió financiar la operación. Sus
asesores seguían estudiando las condiciones de la compra cuando
en enero de 2008 Lee aumentó el precio de la ganga a 470 millones
de libras, alegando que los hermanos querían incluir otros edificios
en el lote del Ritz. Pero parece ser que Collins sólo estaba interesado
en la ganga del hotel y remitió una carta al supuesto intermediario
solicitando la devolución del depósito que, según
dice, todavía no ha recibido.
En abril un juzgado de Londres rastreó el destino del dinero: cambiar
de coche fue lo primero que hicieron Tony Lee y el supuesto contratista
de los Barclays, según los investigadores. Al parecer, Lee se compró
un Land Rover y su amigo Patrick Dohan, un contratista en paro desde 2000,
se compró un Mercedes. Los dos son insolventes y de momento no
han dicho dónde está el resto del dinero.
Monumentos
en venta
Más audaz fue el escocés Arthur Ferguson que en 1925 vendió
el Palacio de Buckingham por 2.000 libras esterlinas, el Big Ben por 1.000
y la Columna de Trafalgar por 6.000 a turistas norteamericanos. Estos
ciudadanos le debieron parecer un filón y emigró a Estados
Unidos donde intentó alquilar la Casa Blanca a un ganadero de Texas
y le detuvieron por intentar vender la Estatua de la Libertad a un australiano.
Otro vendedor famoso fue el checo Victor Lustig que en 1925 vendió
dos veces la Torre Eiffel. Leyó en un periódico que el gobierno
estaba preocupado por el coste de mantenimiento de la torre que inicialmente
fue construida como una obra temporal para la Exposición Universal
de 1889. Aprovechando la noticia, Lustig se puso en contacto con chatarreros
a los que, haciéndose pasar por funcionario, les ofreció
participar en una puja por la torre.
A lo largo de su vida, Lustig fue detenido en 47 ocasiones por diferentes
timos. Su última condena le llegó en 1945 por poner en circulación
134 millones de dólares en billetes falsos.
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