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Por otro lado, Amaral reconoce que sólo hay indicios incriminatorios contra los padres y señala que un indicio más otro indicio más otro indicio es una prueba, lo que no es cierto. Los indicios no dejan de serlo porque haya varios ya que no son determinantes ni verificables y en muchos casos son simples percepciones subjetivas de investigadores y testigos que pueden coincidir por puro azar. El archivo del caso La fiscalía portuguesa archivó el caso en julio por falta de pruebas a pesar de que consideran el homicidio como la causa más probable de la desaparición de Madeleine McCann. Con el archivo, se levantó el secreto de sumario y se dieron a conocer a la prensa los detalles de la investigación. Entre otras cosas, se hicieron públicas las imágenes de los perros que localizaron rastros de sangre y un cadáver en el apartamento y el coche de los McCann. Eddie, entrenado para detectar olor a cadáver, y Keela, entrenada para localizar restos de sangre, identificaron, por separado, el vehículo alquilado por los McCann entre diez coches estacionados en un aparcamiento subterráneo. Los dos perros coincidieron en señalar la llave del coche y el interior del maletero. También localizaron rastros de sangre y de cadáver en la habitación del matrimonio McCann; en el cuarto de estar, detrás de un sofá que había sido cambiado de sitio, y junto a una ventana lateral. En general, parece que los agentes consideraban que los padres trataban de ocultar algo, pero no podían determinar si sólo pretendían evitar que se les acusase de irresponsables o era algo peor. Según las investigaciones, horas después de la desaparición de Madeleine los padres y sus amigos rompieron unos libros de la niña para apuntar en ellos la periodicidad con la que los distintos integrantes del grupo habían acudido a los apartamentos para comprobar el estado de los niños. Un hecho que para los investigadores significaba que en ese momento los padres estaban más preocupados por protegerse de posibles responsabilidades que por preservar los objetos personales de su hija que en ese momento sólo había desaparecido. Además, por esta circunstancia sospechan que los testimonios del grupo sobre las visitas a los niños pueden ser incorrectos. La reconstrucción de lo sucedido aquella noche nunca se pudo llevar a cabo porque los amigos de los McCann no quisieron regresar al Algarve.
En el Correio da Manha publicaron las 48 preguntas que Kate McCann se negó a contestar a la policía. No quiso contestar, por ejemplo, qué vio, qué hizo, dónde buscó o que tocó la noche del 3 de mayo de 2007 cuando descubrió que su hija había desaparecido o por qué no le preguntó a los mellizos ni en aquel momento ni más tarde sobre lo que le había sucedido a su hermana o si era verdad que en Inglaterra llegó a pensar en dar la custodia de Madeleine a un familiar y si allí le daba medicación a los niños. Los investigadores tampoco se explican por qué los padres de Madeleine borraron todos los registros de llamadas de sus teléfonos móviles a excepción de una llamada efectuada desde el móvil de Gerry al de su mujer el 3 de mayo a las 23:17 horas, poco después de que se conociera la desaparición de la niña, una llamada que fue borrada del teléfono del padre y es la única que aparece registrada en él de la madre. Por último, a los agentes también les pareció extraño encontrar en poder del matrimonio manuales utilizados exclusivamente por la policía, como "La interpretación de un crimen", en los que se explican los pasos que deben dar los agentes en las investigaciones. ¿Dónde está Maddie? (Adegüello, octubre 2007) Engañan a narcos colombianos con submarino chapuza
En noviembre de 2006 detuvieron a ocho hombres acusados de construir el narcosubmarino que había aparecido en agosto en la Ría de Vigo (Pontevedra) con los motores en marcha y 4.400 litros de carburante en el depósito. Se trataba de un submarino artesanal de acero, de unos 11 metros de eslora y 2 metros de manga, con capacidad para uno o dos tripulantes y una tonelada de cocaína. Entonces, parecía que habían estado probando el aparato y se les averió. Ahora, se cree que los gallegos sabían que el aparato era una chapuza que no podía navegar y que lo dejaron a la deriva cargado de combustible para hacer creer a los narcos colombianos que habían sido descubiertos por la policía. En septiembre se dio a conocer que el fiscal antidroga Marcelo Azcárraga tiene previsto pedir penas de entre cinco y diez años de cárcel para los acusados de construir el primer narcosubmarino gallego por un delito de conspiración para delinquir. Los acusados Las investigaciones se iniciaron en febrero de 2006 cuando la guardia civil se percató del traslado de un batiscafo oculto bajo la lona de un camión en la carretera Vigo- Baiona. En noviembre de ese año detuvieron a ocho personas implicadas en la construcción del aparato. Se cree que uno de los enlaces del cartel colombiano en España, el venezolano Ángel David Ríos Vargas, que residía en Majadahonda (Madrid), encargó el proyecto a Francisco Omil Nazara, vecino de Ponteareas (Pontevedra), de 48 años, que estuvo procesado en la Operación Nécora y que supuestamente dirige un grupo de narcos gallegos junto con José Jesús Iglesias Fernández, un mecánico de coches de 61 años que reside en Vigo. Al parecer, estos encargaron la construcción del narcosubmarino a Manuel Clemente Graba, un vecino de Gondomar (Pontevedra), de 53 años. Se sospecha que el batiscafo iba a ser conducido por Juan Carlos González Filloy, vecino de Ulldecona (Tarragona) de 45 años y ascendencia gallega, mientras que J.M.G.R., vecino de Arbo (Pontevedra), de 32, iba a ser el encargado de llevar el velero que acompañaría al submarino en su travesía. Al parecer, los sudamericanos adelantaron 31.000 euros a lo gallegos para la construcción del aparato y acordaron que la financiación correría a cargo de dos supuestos traficantes españoles: Juan Serrano Fernández, vecino de Estepona (Málaga), de 58 años, y Tomás Bengoechea, vecino de Sevilla, de 48, que entregaron otros 100.000 euros a los gallegos, según los investigadores.
Cocaína para el pueblo y submarinos artesanales (Adegüello, enero 2007) Indonesia a todo morbo Andrea. La detención de un hombre sospechoso de haber asesinado a once personas para después enterrarlas en el jardín de su casa ha causado gran conmoción en Indonesia. El supuesto asesino en serie indonesio es Very Idam Henyansyah, un parado de 30 años conocido como Ryan, que fue arrestado en julio después de que la policía lograse identificar el cuerpo mutilado de una persona que salió con él. Al parecer, le gustaba que sus víctimas estuviesen en forma porque varios trabajaban en un gimnasio local.
Por su parte, los vecinos aprovechan el morbo para hacer su agosto, unos vendiendo golosinas y globos y otros alquilando sus patios para que los turistas aparquen. Defraudan a la Seguridad Social por culpa del vudú
En septiembre, Remi Fakorede ha sido condenada a cinco años de cárcel en Londres por haber hecho 39 solicitudes de "tax credit", un subsidio que concede el estado para ayudar a pagar la guardería a padres de bajos ingresos para que puedan volver a trabajar. La mujer se había inventado veinte nombres distintos y varios hijos, algunos de ellos discapacitados. Todo ello fue posible porque robó números del seguro social. Estas estafas las hacía en sus ratos libres porque dirigía un salón de belleza y poseía dos propiedades en Londres, una de las ciudades más caras del mundo. Por otro lado, su hija Denise Shofolawe- Coker, de 21 años, también ha sido condenada a un año de cárcel por blanquear 70.000 libras y cobrar el subsidio de desempleo mientras trabajaba de peluquera. Las dos mujeres le han echado la culpa a las "fuerzas del mal" y una tal "tía Margaret" que había secuestrado sus identidades durante dichos fraudes, por lo que ellas se habían visto obligadas a dejarle usar sus cuentas bancarias para cobrar las ayudas estatales. Detienen a más de un centenar de pedófilos españoles Esther. Ochocientos policías nacionales han registrado más de doscientos domicilios de 42 provincias con la participación de doscientos secretarios judiciales en la mayor operación realizada en España contra la pornografía infantil. La investigación, iniciada a raíz de una información de la policía federal de Brasil, acabó en septiembre con 121 hombres detenidos por tenencia y distribución de pornografía infantil a través de internet. Los agentes españoles le siguieron la pista al intercambio en la red de tres archivos con títulos explícitos para pedófilos como "preteen" (por "preteenager", preadolescente). Según la policía, dos de los detenidos en Badalona y Cantabria también producían su propio material pornográfico con sus sobrinos menores de diez años a los que fotografiaron en poses sexuales. Por otro lado, en la Audiencia Provincial de Valencia juzgaron en septiembre a diez internautas acusados de corrupción de menores y tenencia de pornografía infantil por descargar vídeos con violaciones de niños de dos a cuatro años. Los internautas dicen que no conocían el contenido de los archivos que se descargaron, pero la policía considera que al descubrirlo tenían que haberlo denunciado. La mayoría de los acusados pretendían descargar un archivo pornográfico con el título de "Violaciones bestiales", pero otros pensaban que se estaban descargando la película "Va a ser que nadie es perfecto". La investigación se inició con la denuncia de un internauta que descubrió el contenido de los archivos. El fiscal solicitó penas de ochos meses a seis años de cárcel para los acusados. Magnate egipcio asesina a estrella del pop
Pero Suzanne Tamim había tenido otros problemas personales bastante serios, especialmente con su ex marido y representante, Adel Maatouk. Él le había pedido que dejara el espectáculo y se dedicase a ser ama de casa, y ella se negó. Ante la negativa, el marido amenazó con denunciar a cualquiera que le diese trabajo como cantante ya que él tenía la exclusividad como su representante. Además, pidió una orden judicial que prohibiera salir a su mujer del Líbano, algo amparado por la legislación de ese país. Incluso llegó a interrumpir la grabación de un video musical y la denunció por ruptura de contrato y robarle unos 350.000 dólares, acusaciones por las que Tamim pasó unos días en la cárcel. Y, por último, la acusó de organizar un plan para asesinarlo. Con este panorama, la mujer se fue a vivir a Egipto, pero la cosa no le fue mucho mejor. Tras romper con Hisham Talaat Moustafa, se encerró en casa y cuando dejó de contestar el teléfono sus amigos sospecharon lo peor. Poco después la policía encontró el cadáver de la cantante con varias puñaladas y el rostro desfigurado en su apartamento de Dubai. |
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